Budismo y ciencia concuerdan: no hay un “yo” constante dentro de ti

En la década de 1980 el Dalai Lama creó el Instituto Mente y Vida y a partir de entonces la neurociencia ha mantenido cierto interés en el budismo. El conocimiento obtenido a partir de aquellos primeros estudios confirmó lo que los monjes budistas sabían desde hacía muchos años: si se entrena la mente lo suficiente, es posible cambiar el cerebro.

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Evan Thompson, de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Canadá, decidió llevar a análisis el concepto budista de “anātman”, o no-yo. Para los que estamos acostumbrados a hablar de un alma, el concepto de anātman puede resultar un tanto confuso, pues se centra en la idea de que carecemos de una existencia intrínseca. La creencia de que nos mantenemos inalterables de un momento a otro, de un año a otro, es una mera ilusión. “Cerebro y cuerpo se encuentran en un flujo constante. No hay nada que se corresponda con la idea de que existe un yo inmutable”, dice Thompson.

En una publicación de la revista “Trends in Cognitive Sciences”, hecha el pasado mes de julio, se relacionó la creencia budista de que nuestro yo siempre está cambiando con las áreas físicas del cerebro. Existe evidencia de que el “auto-procesamiento en el cerebro no se forma en una determinada región o red, sino que se extiende a través de una amplia gama de fluctuaciones de procesos neurales que no parecen autodenominados”, escribieron los autores.

Thompson, cuyos trabajos abarcan el estudio de fenomenología, filosofía budista y ciencia cognitiva, asegura que esta no es la única área donde budismo y neurociencia se encuentran. Sin embargo, ni los budistas ni los neurocientíficos tienen una respuesta determinante sobre exactamente cómo se relaciona la conciencia con el cerebro. De hecho, las disciplinas divergen sobre algunos conceptos del tema. En el budismo se cree que existe alguna forma de conciencia que no depende de un cuerpo físico, mientras que los neurocientíficos (Thompson incluido), están en desacuerdo.

Sin embargo, el investigador apoya la opinión budista de que el “yo” realmente existe como una colección temporal de procesos dinámicos e interdependientes y condicionados en constante evolución. “En neurociencia, muchas veces nos deparamos con personas que afirman que el ‘yo’ es una ilusión creada por nuestro cerebro. Mi opinión es que el cerebro y el cuerpo trabajan en conjunto en el contexto de nuestro medio físico para construir un sentido del yo. Y me parece errado decir que solo porqué es una construcción, es una ilusión”, asegura.

 

La importancia de saberlo.

Resulta provechoso ver un video de uno mismo en el pasado, o leer algo que se escribió hace unos años. Las perspectivas, intereses, conexiones, relaciones, todo cambió en cierta forma. Anātman no significa que no exista ningún tú, sino que estás en constante cambio y evolución. ¿Por qué resulta tan importante?

estatua elefantes

Rick Hanson, autor de las obras “Buddha’s Brain” y “Hardwiring Happiness”, dice que cuando no existe un yo consistente, no tenemos que llevar todo al lado personal. Es decir, nuestros pensamientos internos solo son pensamientos y no nos definen. Los eventos externos no son más que eventos externos que no acontecen personalmente en nosotros. O, como dice una profesora de budismo y meditación llamada Tara Brach en su blog personal, nuestros pensamientos son “reales, pero no verdaderos”.

Surge todo un torrente de libertad al no identificarnos como una idea establecida de quién somos. Es a través de esto que podemos crecer y cambiar, con ayuda de la plasticidad sináptica – la capacidad del sistema nervioso para cambiar, adaptarse y moldearse a un nivel estructural y funcional mediante el desarrollo neuronal y cuando es sometido a nuevas experiencias. Así también cabe la esperanza de que podamos hacer frente a nuestros vicios o malos hábitos (tanto de mente como de cuerpo), pues si no nos encasillamos en las creencias autolimitantes inherentes a un yo consistente, podemos convertirnos en todo aquello que queramos ser, en el momento que mejor nos plazca.

Mientras la doctrina oriental y la ciencia siguen intercambiando datos, puede haber más estudios que apoyen pensamientos surgidos hace 2600 años. Pero se requiere mantener la mente muy abierta. Como bien lo señaló el Dalai Lama en el libro “Buddhism and Science: Breaking New Ground”. “Supongamos que algo se comprueba definitivamente mediante la investigación científica. Supongamos que este hecho no es compatible con la teoría budista. No hay duda alguna de que debemos aceptar el resultado de la investigación científica”.

Conocer una postura en pro de la ciencia y que provenga de un líder religioso resulta reconfortante para muchos. Después de todo, parece que el budismo y la neurociencia tienen objetivos similares: descubrir qué es eso que llamamos mente y cómo podemos usarla para convertirnos en seres un poco menos miserables y un poco más felices.

10 comentarios en «Budismo y ciencia concuerdan: no hay un “yo” constante dentro de ti»

  1. Es cierto que vamos cambiando con el tiempo, pero nuestra personalidad siempre permanece constante, que es lo que nos hace quienes somos, creo que ante cosas similares que nos pasen casi siempre vamos a reaccionar de la misma manera

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  2. La unica manera de entender realmente las enseñanzas de el Buddha es mediante el estado de Budeidad, el cual se logra aplicando el noble óctuple sendero.

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  3. Yo no creo mucho en esto del yo interno, algo mas allá de la mente, puesto que estamos compuestos de células y las células de materia no viva, únicamente reaccionamos a procesos químicos, y nada mas.
    Solamente es un punto de vista no lo tomen a mal, respeto lo que los demás opinen.

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    • hay algo muy interesante que considerar en tu frase “estamos compuestos de células y las células de materia no viva”: ¿cómo es que surge la vida de la materia no viva?

      si aceptamos la existencia de la mente como epifenómeno de la actividad química del cerebro ¿no podemos considerar al “yo” un fenómeno emergente de la mente, lo que haría comprensible, y tal vez ineludible, el concepto de “anatman”?

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  4. somos el testigo que presencia el devenir del cuerpo y de la mente, somos el cuenco vacío sumergido en la corriente de materia y espíritu que da forma temporalmente a ese eterno fluir, somos el recipiente en el que se renueva a cada momento sustancia y esencia

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