Bobi: el perro más viejo del mundo (tiene 30 años)

Oriundo de Portugal, Bobi es el perro más viejo del mundo a los 30 años de edad. Así lo constató personal del Guinness World Record, que visitaron a la familia Costa, propietarios de este mastín del Alentejo, en la localidad de Conqueiros. Este animal no solo superó el récord anterior, ostentado por un chihuahua de 23 años. También se convirtió en “el perro más viejo de toda la historia”, título que ocupaba un pastor australiano llamado Bluey. Este último nació en 1910 y vivió 29 años y 5 meses.

La casi trágica historia del perro más viejo de la historia.

Bobi nació un 11 de mayo de 1992 en la comunidad rural de Conqueiros, en Leiria. Su madre lo parió en un pequeño cobertizo donde los Costa almacenaban leña. El título del perro más viejo del mundo se confirmó mediante exámenes realizados por un especialista en pequeñas especies y a través del Sistema de Inscripción de Animales de Compañía (SIAC), una base de datos de mascotas regulada por el gobierno portugués y administrada por el Sindicato Nacional de Médicos Veterinarios.

Pero, antes de romper un récord tan impresionante el futuro de Bobi parecía sombrío. Leonel Costa, uno de sus tutores, menciona que su padre se dedicaba a la caza, por lo que la familia siempre tuvo muchos perros. En determinado momento se hicieron tantos, que el patriarca de los Costa decidió que no se quedarían con ningún otro cachorro recién nacido.

“Tristemente, en esa época las personas mayores que no deseaban tener más mascotas enterraban a los animales en un pozo para que no sobrevivieran”, explica Leonel. Bobi nació en una camada con otros tres hermanos machos. Un día después del nacimiento, el padre de Leonel esperó a que Gira, la madre de los cachorros, los dejara para retirar a los pequeños y seguir con su plan. El señor Costa tenía tanta prisa que se olvidó de un cachorro.

Milagro de cuatro patas.

“Aunque nos entristeció lo que pasó, mis hermanos y yo empezamos a notar que Gira seguía metiéndose al cobertizo”, recuerda Leonel Costa, que por ese entonces tenía unos 8 años de edad. A los niños les pareció tan extraño que decidieron seguir a la perra y solo entonces descubrieron al pequeño Bobi.

Para evitar que su padre lo sacrificara, los niños decidieron guardar el secreto hasta que el perro abriera los ojos, proceso que generalmente demora 15 días. “Sabíamos que, si el perro abría los ojos, papá no lo enterraría. La creencia popular decía que no debía hacerse”, explica Leonel. Cuando los señores Costa finalmente supieron de la existencia de Bobi, era demasiado tarde.

El cachorro tenía los ojos abiertos y formaba parte de la familia. “Cuando se enteraron lo que hicimos, nos regañaron y castigaron, pero valió la pena pues fue una causa justa”, recuerda.

Linaje de perros longevos.

El mastín del Alentejo es una raza de perro generalmente destinada a cuidar del ganado. En los ejemplares de raza pura, la expectativa de vida alcanza los 14 años. Sin embargo, Bobi superó por mucho ese promedio. El dueño considera que la tranquilidad de la zona rural donde vive tiene mucho que ver con la longevidad de este perro.

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Bobi no sabe lo que es una correa y mucho menos ha estado encadenado. Pasaba tiempo con otros animales y solía disfrutar de los paseos por los bosques y fincas que rodean a la casa familiar. La alimentación también pudo ayudar, pues siempre lo alimentaron con productos destinados al consumo humano en lugar de solo croquetas. Leonel dice que tiene cuidado de remojar la comida en agua antes de servirla a sus mascotas, pues considera que así elimina todas las especias.

¿Cómo es la vida del perro más viejo del mundo?

A causa de su avanzada edad, Bobi pasa el día acostado y disfrutando de la compañía de los gatos. Ya no es el perro aventurero de hace algunos años, pues presenta dificultad para caminar y problemas de visión, lo que a menudo le provoca accidentes en su entorno.

Lionel asegura que, en estos 30 años, Bobi no ha manifestado problemas graves de salud. La única excepción se produjo en 2018, cuando se desmayó repentinamente a causa de una dificultad respiratoria. Afortunadamente, Bobi sobrevivió para convertirse en el perro más viejo del mundo. “Lo llevamos a consulta veterinaria regularmente y sus exámenes suelen salir bien para su avanzada edad, dice Leonel.

Curiosamente, los Costa tienen un historial de perros que viven muy por arriba del promedio. Por ejemplo, Gira vivió hasta los 18 años. Y Chicote, otro perro de la familia, vivió hasta los 22 años. “Jamás consideré registrar a Bobi para que rompiera el récord, porque afortunadamente nuestros animales siempre duran muchos años. Cuando envié la solicitud para que Bobi se convirtiera en el perro más viejo con vida, jamás imaginé que también se convertiría en el perro más viejo de la historia”, revela.

Bobi es el último ejemplar de un linaje de animales longevos en la familia Costa. Además, Leonel dice que también es un recuerdo del pasado y de todos los seres queridos que perdió a través de los años.