Belladona: la dulce planta de la muerte

La belladona, de nombre oficial Atropa belladonna, es una planta de apariencia inofensiva y hojas verdes que puede alcanzar los 1.2 metros de altura. Sus frutos son moras pequeñas de aspecto ceroso que van acompañados por unas bellísimas flores en forma de campana. Por nada más que su apariencia, esta planta parece propia del jardín del Edén.

Atropa belladonna

Los rumiantes, sobre todo aquellos con más de un estómago y que suelen pasar la vida pastando, la consumen como si fuera un caramelo. Las vacas, los caballos, las ovejas y las cabras son capaces de mascar toda la planta sin ningún tipo de problema. Incluso los conejos se alimentan de esta bella planta.

Sin embargo, su belleza sólo reside en el exterior pues el interior oculta a dos poderosos asesinos esperando el momento justo para atacar. La mala fama de la belladona inició cuando los humanos creyeron que era buena idea consumirla. Entre 2 y 4 moras poseen suficiente toxicidad para matar a un niño. En los adultos, entre 10 y 20 frutos pueden resultar letales. Algo tan simple como masticar una de sus hojas puede dejarte inconsciente en el suelo.

 

Envenenado por belladona.

Los síntomas más leves de envenenamiento por belladona comprenden las alucinaciones y el delirio, que se manifiestan de forma bastante acelerada una vez que ingresa al organismo. Si no te encuentras cerca de un hospital y has sido envenenado con belladona, lo mejor que puedes hacer es ponerte a rezar.

Moras de belladona

Y cuidado, lo mejor es no dejar a tus mascotas cerca de la planta pues perros y gatos son susceptibles de morir si llegan a ingerirla.

La mala fama de la belladona se debe a dos toxinas, un par de alcaloides conocidos como atropina y escopolamina o solanina que presentan efectos similares en el organismo humano. Durante una intervención quirúrgica, los médicos recurren a la atropina para regular la frecuencia cardíaca. Además, previene una excesiva salivación y mantiene los músculos paralizados. La solanina ayuda a combatir la adicción a las drogas generando un sabor desagradable en ciertos medicamentos adictivos. También ayuda con algunos padecimientos motrices.

Obviamente, las propiedades medicinales de estas poderosas sustancias están mucho más diluidas cuando se destinan a su uso en humanos.

Atropina.

La atropina debe su nombre a Átropos, una de las tres Moiras griegas. La leyenda dice que Átropos es responsable por elegir el mecanismo de muerte de las personas, cortando con sus tijeras el hilo de la vida que sus hermanas han tejido y medido. Consideramos que la atropina tiene un nombre más que correcto por sus resultados mortales.

Moiras griegas
Moiras griegas

 

La belladona en la historia.

Desde hace miles de años los humanos saben los mórbidos efectos que produce el consumo de belladona. Los antiguos romanos empapaban las puntas de sus flechas en una pasta hecha a partir de la planta. Cada flecha envenenada que acertaba en un objetivo terminaba matando de forma instantánea al enemigo.

Arquero griego

Como debes suponerlo, la planta ha sido ampliamente socorrida para los asesinatos. Existe una leyenda en torno a una asesina serial llamada Locusta que habría asesinado al emperador romano Claudio por órdenes de Agripina, esposa y rival político del gobernante. Supuestamente, esta mujer fue responsable por envenenar la bebida de Claudio con belladona.

El rey escocés Duncan I, recurrió a la planta con resultados extraordinarios. Durante una reunión con los Danos, sus enemigos declarados, hizo servir copas envenenadas con belladona. Los Danos consumieron aquel brebaje durante la celebración y terminaron muertos al instante. Las fuerzas del rey Duncan ni siquiera se vieron en la necesidad de sacar sus armas.

 

Características del veneno.

Estrategias como estas funcionaron porque las moras de la belladona poseen un sabor dulce. En bebidas fermentadas, como el vino, prácticamente resulta imposible distinguir la diferencia. Como máximo, lo único que se percibe es un sabor muy dulce. Aquellas personas que corrían el riesgo de ser envenenadas debían cuidarse del dulce sabor de la muerte, y mantenerse constantemente en guardia con todo lo que consumían.

Probrador de vino
El trabajo de catavenenos generalmente lo hacía algún esclavo.

Algunos reyes tomaron medidas de prevención sobre estos envenenamientos. Los catavenenos de estos monarcas llegaron a desarrollar tolerancia contra sustancias letales al consumirlas en pequeñas cantidades. Estos conejillos de indias humanos alertaban al rey de que algo no estaba bien cuando percibían el sabor dulce y sabroso de las moras de belladona.

 

El maquillaje a base de belladona en Italia.

Sin embargo, algunos pueblos daban otros usos a la planta. Por ejemplo, durante el Renacimiento en Italia se utilizó belladona para fabricar cosméticos. Y es precisamente por el uso como cosmético entre las damas ricas de Italia que recibió el nombre de belladonna (cuyo significado es “bella mujer”).

Los tonos rojizos de las flores servían para acentuar el rubor en las mejillas de las damas. Las mujeres también empleaban el aceite para dilatarse las pupilas. Se suponía que esta extraña práctica hacía a las mujeres más seductoras.

Belladona con mora verde
Atropa belladonna

 

Otras plantas relacionadas.

Pero mucho más extraño que utilizar belladona como maquillaje, es que solemos comer con bastante frecuencia otras plantas de la misma familia. Los tomates, el chile, la berenjena y las papas se encuentran en la familia de la belladona. Los brotes, raíces y hojas de las papas presentan un alto contenido de solanina. Afortunadamente para aquellos “papa lovers”, la papa madura con la que se hacen frituras, puré y otra clase de alimento no representa ningún riesgo.

La presencia de solanina en estas plantas funciona como un mecanismo de defensa contra los depredadores. Y aunque parezcan deliciosas, los animales deben pensarlo dos veces antes de darles una mordida.

Si pensabas ir al patio a revisar si no tienes una planta de belladona creciendo por allí, no te preocupes. Son muy difíciles de cultivar, por lo que no suelen ser del interés de los jardineros pese a su belleza. Puedes dormir tranquilo sabiendo que una de las plantas más letales conocidas por la humanidad no representa una amenaza.

Sin embargo, si alguna vez te ofrecen una copa de vino y te parece excesivamente dulce, tal vez seas uno de los desafortunados que probó este delicioso sabor de la muerte.

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