Atomik Vodka: la bebida hecha en la zona de exclusión de Chernóbil

Hace 33 años el desastre nuclear en Chernóbil liberó cantidades colosales de material radiactivo sobre todo el continente europeo. Al considerarse una zona peligrosa para ser habitada por humanos, tomaron la decisión de establecer una zona de exclusión de 2,600 km2 alrededor de la planta nuclear. Decenas de miles de personas en la región fueron evacuadas, y una ciudad satélite completamente funcional se convirtió en un territorio desolado. Sin embargo, la región ya empieza a mostrar los primeros signos de recuperación con un vodka artesanal fabricado precisamente donde tuvo lugar la catástrofe nuclear.

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Atomik Vodka

Los objetivos de la Chernobyl Spirit Company son tres: utilizar la zona de exclusión, reactivar la economía local y fabricar un vodka delicioso. Hablamos de un producto llamado “Atomik Vodka”, hecho a partir de granos cultivados en tierras que forman parte de la zona de exclusión por sus altos índices de radiactividad en el pasado. De hecho, esta bebida es el primer producto de consumo proveniente de esa región desde que la abandonaron en 1986.

Cultivando tierras radiactivas.

Desde la década de 1990, el profesor Jim Smith, de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido, ha encabezado un proyecto que busca analizar la transferencia de radiactividad a los cultivos en la zona de exclusión de Chernóbil. Y el vodka producido por la Chernobyl Spirit Company es un fruto de esta extensa labor.

Hasta ahora, el negocio sólo ha producido este vodka apto para el consumo humano. “Es la primera botella que existe”, señala Smith. “Me tiemblan las manos cuando la recojo”. El investigador afirma que el producto es completamente seguro, pues todo está por debajo en los límites de detección de radiactividad.

Según Smith, cualquier vodka exhibido en la estantería de un supermercado presenta los mismos niveles de radiactividad que el Atomik Vodka. La descontaminación del producto final se logra gracias al proceso de destilado. Aunque el centeno y el agua del acuífero de Chernóbil contengan impurezas, estas permanecen en los residuos de la destilación.

mujer arreando vaca zona de exclusion
Alrededor de la zona de exclusión los habitantes crían ganado.

Con Chernobyl Spirit Company, el profesor y sus socios planean invertir las ganancias del Atomik Vodka en las comunidades que circundan la zona de exclusión, cuyos medios de subsistencia quedaron destruidos tras la explosión. El Dr. Gennady Laptev, del Instituto Hidrometereológico Ucraniano en Kiev, es miembro fundador de la compañía y ha mostrado entusiasmo sobre lo que podría significar la comercialización de este producto para toda la región

“No tenemos que abandonar la tierra. Todavía podemos utilizarla de diversas formas para obtener productos completamente libres de radiactividad”, mencionó Laptev. Contrario a los pronósticos iniciales, la zona de exclusión ha mantenido un impresionante ritmo de recuperación. La vida salvaje paso de la subsistencia a la prosperidad, sobre todo por la nula presencia humana. En el Bosque Rojo de Chernóbil se puede encontrar toda una variedad de pájaros, lobos e incluso venados.

La pobre economía en la zona de exclusión.

Además, la región se convirtió en una atracción turística legitima para jóvenes aventureros que buscan la selfie ideal con los edificios abandonados de fondo. Chernobyl Spirit Company considera que su producto sería de mucha ayuda a todos los residentes locales que todavía se las ven negras para sobrevivir. En la zona no hay inversión y el trabajo es escaso, tampoco se dispone de una dieta adecuada y los servicios de salud son pobres.

puerto de Prípiat
Prípiat

Para la gran mayoría de habitantes en torno a la zona de exclusión, la falta de recursos económicos resulta mucho más peligrosa que la propia radiación. “Existen puntos críticos de radiación [dentro de la zona de exclusión] pero en la mayoría del territorio la contaminación es incluso inferior a lo que podría encontrarse en otras regiones del mundo con una radiación de fondo natural relativamente alta”, señala Smith.

La compañía asegura que el 75% de las ganancias percibidas por las ventas de Atomik Vodka serán destinadas a “el apoyo de comunidades en el área afectada y la conservación de la vida silvestre”. Smith propone que el tema de la radiación en Chernóbil pase a segundo término y se empiece a hablar más de las oportunidades económicas en la región.

“Después de tres décadas, creo que la cosa más importante en el área es el desarrollo económico, no la radiactividad”, anotó.

Un producto seguro para consumo humano.

El subdirector del Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania para la Gestión de la Zona de Exclusión, Oleg Nasvit, respalda totalmente el proyecto de la Chernobyl Spirit Company y sus esfuerzos en torno a la seguridad de sus clientes.

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Según los pocos afortunados que han logrado probar el vodka fabricado en Chernóbil, el producto es todo un éxito. El propio Nasvit señaló que es un vodka de alta calidad: “no es el típico vodka altamente purificado, pero conserva el sabor del grano de los métodos tradicionales de destilación en Ucrania. Me encanta”.

Pese a las buenas intenciones de estas personas, la idea de consumir cualquier producto producido en la zona de exclusión de Chernóbil resulta inquietante para muchos, aunque seguramente abundarán las almas valientes y aventureras que ayuden a la economía de esta región en Ucrania.

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