Oriunda del este de Asia, la araño Joro (Trichonephila clavata) se ha expandido por buena parte del mundo. Actualmente, en Estados Unidos pronostican que este inquietante insecto terminará apoderándose de toda la costa este. Hoy, las arañas Joro son extremadamente comunes en el estado de Georgia, y se teme que poblaciones futuras se instalen más al norte del país.
No se sabe con precisión cómo es que llegaron a suelo estadounidense; sin embargo, se sospecha que estos insectos viajaron dentro de un contenedor marítimo que terminó recorriendo la interestatal 85 hasta Georgia. Los primeros reportes sobre arañas Joro en Estados Unidos surgieron en 2013, y desde entonces su población creció exponencialmente.
Además de la mosca linterna y el avispón asesino, la araño Joro figura como un nuevo invasor en los jardines estadounidenses. Aunque su diseminación se concentra en la región sureste del país, investigadores de la Universidad de Georgia consideran que estas arañas lo tienen todo para expandir su hábitat.
Las arañas Joro.
A diferencia de otra especie invasora conocida como araña de seda dorada (Nephila clavipes), las arañas Joro presentan un metabolismo y ritmo cardiaco mucho más altos. Esto significa que están mejor adaptadas para sobrevivir a temperaturas congelantes, como las que predominan en los estados del norte durante el invierno.
Entonces, quizá solo es cuestión de tiempo para que los habitantes de la costa este de los Estados Unidos tengan que aprender a vivir con la presencia de arañas Joro. Y no se trata de insectos discretos: tejen grandes redes tridimensionales sobre casas, árboles y líneas eléctricas por igual. Su cuerpo presenta un distintivo patrón en colores rojo, azul y amarillo. Sus patas son delgadas, pero tan largas como la palma extendida de un humano adulto.
Obviamente, son animales venenosos, aunque la potencia en sus colmillos no resulta suficiente para perforar la piel humana. Desarrollaron una peculiar técnica de “vuelo” que consiste en desplegar pequeños paracaídas de telaraña para planear.
Especie invasora.
Siempre que no sufras de aracnofobia, las arañas Joro no representan mayor problema. De hecho, podrían resultar beneficiosas para el medioambiente en esta zona de los Estados Unidos. Y es que una de sus presas favoritas es la chinche hedionda marrón marmoleada, otra plaga invasora que ha perjudicado en demasía a los ecosistemas locales.
Aunque, aún es demasiado pronto para aventurarse a emitir un juicio sobre las arañas Joro. Los expertos temen que puedan desplazar especies nativas de los ecosistemas que conquisten. Por cierto, a medida que la temperatura aumente en la Tierra, la invasión de insectos será un tema recurrente.
Me recordó al capitulo de los simpson donde hay una invasion de lagartijas, luego para eliminarlas piensan soltar serpientes, luego gorilas para comerse a las serpientes y al final, cita Skinner, al llegar el invierno los gorilas simplemente morirán congelados.
Jaja