Abrazar almohada que “respira”: truco para reducir la ansiedad

¿Quieres reducir tus niveles de ansiedad? Siéntate y abraza una almohada que “respira” durante ocho minutos. Esta técnica resulta tan efectiva como la meditación guiada, según las conclusiones de un nuevo estudio. Actualmente, el mundo entero sufre una epidemia de ansiedad: esa sensación de alarma vinculada a sentimientos de angustia, tensión e inseguridad. Lo peor es que la condición puede crecer hasta volverse incontrolable, provocando un malestar significativo y/o enfermedad.

abrazando una almohada(1)

Entre los síntomas físicos de la ansiedad destaca la arritmia, resequedad en la boca y los mareos. Sin embargo, lo peor es que también produce alteraciones mentales que se reflejan en una preocupación excesiva, “tics” nerviosos, dificultad para concentrarse y hablar en público. El mal se observa mucho en jóvenes estudiantes, particularmente cuando los exámenes y las tareas producen gran estrés.

El experimento de la almohada que “respira”.

Los métodos existentes para combatir la ansiedad a menudo resultan limitados. Por ejemplo, tanto la terapia como los medicamentos pueden resultar costosos. Además, en estos últimos encontramos efectos secundarios contraproducentes. Por eso, un equipo de investigadores puso a prueba un extraño truco entre estudiantes estresados a punto de hacer un examen. Simplemente se trata de abrazar una almohada que “respira”.

Obviamente que no se trata de una almohada con vida propia. Para imitar el proceso de respiración de los humanos, los investigadores diseñaron un ingenioso dispositivo que imprime movimientos de inhalación y exhalación en el artículo de cama. Antes, los investigadores fabricaron varios prototipos para elegir al más efectivo. Por ejemplo, una almohada que imitaba el latido del corazón y otra que vibraba para producir una especie de “ronroneo”.

almohada que respira

Sin embargo, la almohada más efectiva resultó aquella que contenía una cámara de silicón bombeada por una bomba externa que simulaba la respiración. Durante los experimentos, los voluntarios señalaron que la almohada de “respiración” resultaba más efectiva a la hora de reducir la ansiedad.

Una almohada que reduce la ansiedad.

Para demostrar hasta qué punto el dispositivo era capaz de disminuir la ansiedad en un escenario real, el estudio se dirigió a una universidad. Reclutaron a 129 voluntarios que atravesaban un episodio de estrés ante un inminente examen de matemáticas. Además, les dijeron que tenían que responder en voz alta frente a los otros participantes.

Para el experimento se formaron tres grupos: el primer grupo se puso audífonos y escuchó una meditación guiada durante ocho minutos. El segundo abrazó la almohada que “respira” la misma cantidad de tiempo. Mientras tanto, el tercer grupo era de control y no hizo nada. Antes del examen, volvieron a medir los niveles de ansiedad en los voluntarios. Se observó que el grupo de control mostraba niveles de ansiedad más altos que el resto.

La almohada que “respira” resultó igual de efectiva para aliviar la ansiedad que la meditación guiada. Hasta el momento los investigadores no tienen una conclusión definitiva sobre las razones por la que este dispositivo ayuda a reducir el estrés. Esperan que el análisis de diversos factores, como la frecuencia cardíaca o el patrón de respiración en los participantes, arrojen algo de luz sobre el tema.

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