8 leyendas y mitos sobre gatos alrededor del mundo

Los gatos no siempre fueron esas mascotas tan queridas y solicitadas por los internautas. Aunque es bien conocido que los antiguos egipcios idolatraban a estos felinos, otras culturas les adjudicaban leyendas donde los representaban como seres demoníacos, capaces de todo con el único objetivo de arruinar la vida de los humanos.

Estos son algunos cuentos y leyendas urbanas aterradoras protagonizadas por gatos en culturas de diversas partes del mundo.

1 – Bakeneko.

En la mitología japonesa, el Bakeneko nace como un gato común y corriente. Sin embargo, cuando está por cumplir 12 o 13 años (el límite promedio de vida en un gato doméstico) el animal desarrolla poderes sobrenaturales y empieza a caminar sobre sus patas traseras. Además, es capaz de entender al dueño y comunicarse con él.

Sin embargo, hay una parte sombría en esta leyenda. La mayoría de los Bakenekos son seres malignos. Llegan al punto de devorar a sus dueños y sustituirlos en la vida cotidiana. Sin embargo, existen Bakenekos de naturaleza noble que son más agradables y mayormente predispuestos a bailar con sombreros sobre sus cabezas. A pesar de su naturaleza bondadosa, suelen traer problemas pues las colas son tan poderosas que tienden a incendiar todo lo que tocan.

En la realidad, esta leyenda tuvo su parte negativa: en el pasado, muchos gatos viejos en Japón eran abandonados por temor a que se convirtieran en Bakenekos. Lo peor es que algunos dueños llegaban a cortarles las colas a los gatos para no correr el riesgo de que incendiaran algo cuando se transformaran en este ser mitológico.

2 – El gatonejo.

Joseph Train fue el primero en describir la figura del gatonejo tras una visita a la isla de Man, ubicada entre Irlanda e Inglaterra. El nombre original de este animal es cabbit (una mezcla de los términos en inglés Cat y Rabbit, que significan gato y conejo respectivamente), y físicamente sería la combinación de ambas especies.

Sin embargo, los expertos señalan que un híbrido de este tipo es imposible, resultando más probable que Train haya divisado a una especie felina de la raza manx. Esta raza es característica por unas patas traseras más largas, lo que provoca que su andar sea muy curioso, parecido al de un conejo.

En la década de 1970, un personaje llamado Val Chapman aseguró que había capturado a un gatonejo e incluso presentó al animal en un programa de televisión y en diversas exposiciones. Poco después se supo que se trataba de un gato común con diversas anomalías genéticas. Sin embargo, esto no impidió que las personas creyeran en la existencia de los gatonejos.

3 – Cait Sith.

El Cait Sith es un gato del tamaño de un ternero característico por ser totalmente negro, a excepción de una mancha blanca sobre su pecho. En el folclore escocés e irlandés, de donde surgió, su nombre significa “hada gato”, pero en realidad no tiene nada en común con las hadas.

En la mitología escocesa se creía que el Cait Sith era una bruja con la capacidad de transformarse en gato. Una vez lograda esta transformación, se quedaba así de por vida. Por eso, cuando un gato negro merodeaba cerca de una persona muerta, la leyenda rezaba que la bruja había ido a buscar su alma.

Curiosamente, en territorio escocés existía un gato salvaje que coincide con las características del Cait Sith. Lo llaman gato de Kellas, un felino que no puede domesticarse y fue motivo de terror durante muchos años. En los velorios era una tradición evitar el fuego y el calor para no atraer a la bruja.

4 – Nekomata.

Un Nekomata podría considerarse una fase evolucionada de los Bakenekos, pero se trata exclusivamente de seres malignos. Cuando los Bakenekos, incluso aquellos de naturaleza afable, se hacen más viejos, las colas se les parten a la mitad para dar origen a los Nekomatas.

Son personajes malignos que no tienen inconveniente alguno en torturar a los humanos con imágenes de sus seres queridos ya fallecidos hasta matarlos.

Hay una leyenda sobre un Nekomata que habita en las montañas, particularmente reconocible por tener la cara de gato y el cuerpo de perro – aunque es capaz de cambiar de forma a su antojo. Se cree que estas historias sobre gatos hechiceros aparecieron en China, y al llegar a Japón se mezclaron con el folclore local.

5 – Orejas grandes.

En el folclore escocés también existe la figura de Orejas grandes. Se dice que es un descendiente de Irusan, el mítico rey de los gatos. Cuenta la leyenda que al inicio Orejas grandes se desempeñaba como una especie de oráculo, con el poder para cumplir los deseos de las personas. Así fue hasta que un grupo de paganos decidió poner fin a esta “leyenda” y elaboró un ritual macabro para invocar a Orejas grandes.

Se dice que estos paganos quemaron gatos vivos durante varios días, hasta que las almas de los felinos regresaron para tomar venganza. Creyeron que se trataba de una manifestación de Orejas grandes, que había acudido al llamado para concederles sus deseos. Hay algunos informes donde se señala que el ritual sucedió en varias ocasiones durante el siglo XVII, siendo un acto condenado por la iglesia católica.

6 – El gato cactus.

Hace más de 100 años, principalmente en el norte de México y en el sudeste de los Estados Unidos, se divulgó la leyenda de un gato que tenía la apariencia de un cactus del desierto. Aunque tenía el tamaño de un animal doméstico, su cuerpo estaba completamente cubierto de espinas.

Evidentemente, su principal fuente de alimento eran los cactus de la región que supuestamente embrujaba. Se dice que el agua de estos cactus terminaba fermentándose y emitiendo un sonido parecido al de un monstruo borracho que aullaba durante las noches. También solía atacar a los vaqueros, que habrían sido los responsables por exterminarlo.

7 – Gatos trolls.

En el folclore de Escandinavia se creía que estos gatos eran ayudantes de las brujas, y que habían sido hechos por las mismas a partir de astillas, lana y calcetines. El ritual era complementado por tres gotas de sangre de la hechicera, dando origen a este siervo del mal para ayudarla con sus maldades.

Tenían como tarea principal hurtar la leche de la región. Dado que sus cuerpos estaban hechos de lana, simplemente la absorbían para llevarla a su creadora. Se creía que los gatos trolls se derrotaban haciéndoles un agujero mientras estuvieran repletos de leche para que el líquido terminara vaciándose. Así, la propia bruja sentía la herida.

Evidentemente que algunas personas se beneficiaron de esta leyenda, principalmente los gitanos que solían envenenar al ganado y ocultar gatos trolls de mentira en la propiedad. Después se ofrecían a capturar el animal a cambio de una recompensa.

8 – Guardianes del más allá.

En el Antiguo Egipto se creía que los gatos eran seres místicos, creencia que terminó transmitiéndose a los romanos cuando conquistaron la región. Desde entonces, la creencia pasó por diversas culturas hasta que terminó con los celtas, que consideraron a los gatos guardianes del otro mundo.

La Gruta de los gatos sería un lugar legendario en Irlanda que serviría como un portal por el cual los gatos salvajes llegan a nuestro mundo. Se dice que la invasión fue contenida por el héroe Cuchulain, que lo logró domesticando a los felinos.