7 gatos fascinantes y desconocidos

Los gatos figuran entre los animales más fascinantes del planeta. Y no me refiero sólo a los domésticos. La familia Felidae está compuesta por al menos 39 especies de gatos, animales con excelentes habilidades de cacería. Una de sus principales armas son las garras, que afilan constantemente y desenvainan a la primera oportunidad.

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Una excelente visión, olfato agudo y poderosas piernas traseras los convierten en depredadores por excelencia. Además, suelen ser sigilosos y la presa ni se entera de lo que sucede hasta que es muy tarde. Contrario a lo que sucede con los caninos, los felinos viven y se alimentan por su cuenta.

Muchas especies de gatos son conocidas gracias a la cultura popular. Desde el majestuoso “rey de la selva”, pasando por el veloz guepardo, hasta el inocente michi que descansa sobre tu regazo y nos viene acompañando desde hace miles de años. Sin embargo, existen otras especies poco conocidas igual de fascinantes.

El tigrillo (Leopardus tigrinus).

El tigrillo es un pequeño felino moteado cuyo hábitat comprende algunas zonas al norte de Sudamérica. Pese a su tamaño y aparente fragilidad, no debe subestimarse. Por algo le apodan leopardo tigre y puede encontrarse a 4,000 metros sobre el nivel del mar. Tiene hábitos nocturnos y vive en los bosques, aunque la invasión de su hábitat propicia encuentros cada vez más frecuentes con humanos.

Trigrillo
Tigrillo.

A menudo, la densidad poblacional del tigrillo es superior a la de otras especies de felinos. Y aunque se parece mucho al margay (Leopardus wiedii), son de menor tamaño y de hábitos más terrestres. Pues pese a su excepcional habilidad para escalar árboles, prefieren el suelo. Allí les resulta más fácil localizar y cazar roedores, la comida favorita del leopardo tigre.

Margay
Margay.

Cada hembra alumbra entre uno y tres cachorros por parto. En cautiverio llegan a vivir hasta 23 años, lo que convierte a la especie en una de las más longevas entre la familia de los felinos. Aunque la existencia de estos bellos animales está amenazada por la competencia de felinos de menor tamaño. El mayor peligro proviene de la invasión de su hábitat, el comercio de su piel y su uso como «animal doméstico». Afortunadamente, el tigrillo es una especie resistente.

Gato herrumbroso (Prionailurus rubiginosus).

El gato herrumbroso es una auténtica belleza, y no sólo por su apariencia, también por su tamaño. Es un felino tan pequeño que cualquier gato doméstico lo supera fácilmente. Su nombre proviene del peculiar tono en su pelaje, que parece poblado por manchas de herrumbre. A diferencia del lomo, el pelaje sobre su pecho es claro. Sus ojos son grandes, redondos y aparecen en una variedad de colores.

Gato herrumbroso
Gato herrumbroso.

Su hábitat se limita a la India y Sri Lanka. Suelen vivir entre los pastizales, áreas con mucha vegetación, montañas rocosas, bosques e incluso inmuebles abandonados. Cazan animales pequeños, principalmente roedores, aunque no es extraño que se alimenten de gallinas. Complementan dicha dieta con insectos y ocasionalmente atacan animales de mayor porte, como las gacelas.

Llegan a cruzarse con gatos domésticos, cuya vida reproductiva se asemeja mucho a la del gato herrumbroso. Se sabe muy poco sobre la crianza de los cachorros, pero la hembra tiene entre 1 y 3 gatitos por parto. La principal amenaza para esta especie es la invasión de su hábitat, los perros y cazadores humanos.

Gato dorado asiático (Catopuma temminckii).

También conocido como gato dorado de Temminck, la principal característica de este felino es un pelaje con variaciones que van del negro al rojizo, gris, castaño, dorado y marrón. Su hábitat comprende algunos bosques del Sudeste Asiático, aunque también se encuentran en regiones rocosas. Se sabe muy poco sobre ellos.

Gato dorado asiático
Gato dorado asiático.

Pasan buena parte de su tiempo sobre los árboles, y generalmente bajan al suelo cuando es hora de cazar. Cada hembra tiene entre una y tres crías por camada. Desafortunadamente, los machos de gato dorado asiático poseen un comportamiento violento que los lleva a matar compañeros de su propia especie. Esto hace que su crianza en cautiverio sea algo complicado.

Es una especie de tamaño medio tan extraña que también se les observó comiéndose a sus propios cachorros. Por eso, los científicos alguna vez intentaron la inseminación artificial y obtuvieron un par de crías exitosas. Un resultado extremadamente valioso, dadas las múltiples amenazas que enfrenta la especie.

Generalmente los matan para vender su piel o impedir que maten al ganado. En algunas regiones acostumbran a consumir su carne, pues existe la creencia de que aumenta la fuerza de quien la come. También muelen sus huesos y utilizan el polvo para tratar una variedad de enfermedades. El gato dorado asiático es un animal fascinante y complicado cuya naturaleza violenta complica su protección.

Gato andino (Leopardus jacobita).

El gato andino, también conocido como titi, es un felino de montaña. Su hábitat se ubica en la Cordillera de los Andes y es característico por un pelaje espeso, con motes amarillo-castaño y una cola gruesa. Prefieren las zonas secas y rocosas. Son muy particulares respecto a su hábitat y se sienten cómodos incluso a 4,000 m de altura.

chinchay o gato andino
Gato andino.

Son gatos nocturnos poco conocidos. Se sabe que tienen varias crías por camada y algunos viven en pareja, pero más allá de eso su vida reproductiva es una incógnita. Su presa principal es la vizcacha, un roedor de montaña muy parecido al conejo común. El gato andino es un felino majestuoso que enfrenta múltiples amenazas.

Además de invadir su hábitat, los granjeros suelen matarlos para evitar que ataquen al ganado. La población del gato andino también es afectada por la caza furtiva y la actividad minera. Algunos locales llegan a matarlos como forma de sacrificio religioso, con fines medicinales e incluso para alimentarse. La especie se encuentra en peligro de extinción.

Yaguarundí (Puma yagouaroundi).

Aunque su nombre lo sugiere, esta especie de gato sudamericano no se parece al jaguar. De hecho, su relación es más estrecha con el puma. El yaguarundí es un animal pequeño y delgado, característico por el pelaje oscuro, cola larga y orejas diminutas. Su hábitat se extiende por gran parte de Sudamérica y algunas regiones al sur de México. Viven en zonas boscosas, pastizales y pantanos.

Yaguarundí
Yaguarundí.

Su dieta incluye diversos tipos de roedores, insectos, aves, reptiles y frutas. Son muy activos durante el día y a veces cazan en pareja. A diferencia de otros gatos, poseen un amplio repertorio vocal con hasta 13 sonidos diferentes. Cuando llega la hora de parir, la hembra se aísla y tiene entre 1 y 4 cachorros.

Afortunadamente, la población de yaguarundí no enfrenta amenazas importantes como otros gatos de la lista. Aunque su piel no es de interés en el mercado negro, suelen matarlos cuando se alimentan de animales domésticos, como las gallinas.

Gato patinegro (Felis nigripes).

El gato patinegro ostenta el título del felino más letal del planeta. Y es lo último que imaginarías al verlo por primera vez. Pues esta especie de gato es la más pequeña en toda África. Las patas negras no están allí por pura estética, ofrecen protección ante las altas temperaturas de su hábitat. Y esas enormes orejas resultan indispensables para detectar sonidos.

Gato patinegro
Gato patinegro.

Con manchas o con rayas, estos gatos habitan los desiertos y pastizales de Sudáfrica, Namibia y Botsuana. Entre los locales existe el rumor de que estos gatos, que pesan alrededor de 2.5 kg, pueden cazar jirafas. Una hazaña que los científicos no han corroborado, aunque si se ha comprobado su efectividad para ahuyentar chacales.

Su variada dieta incluye reptiles, huevos, anfibios, gacelas jóvenes, liebres, pájaros, chapulines, roedores e insectos. Suelen acechar a sus presas fuera de las madrigueras y esperar pacientemente la mejor oportunidad. Cuando se trata de pájaros, saltan hasta 2 m para capturarlos.

Las camadas se componen de entre 1 y 4 gatos. Y los cachorros aprenden a vivir solos muy rápido. La disminución de su hábitat, los perros y la intoxicación alimentaria son algunos de los problemas que mermaron la población de la especie.

Gato de Iriomote (Prionailurus bengalensis iriomotensis).

El hábitat de estos felinos se limita a la isla japonesa de Iriomote. Región donde se diversificaron por playas, pantanos, ríos y colinas bajas. Aunque tienen el tamaño de un gato doméstico, actualmente se les considera subespecie del leopardo. Tienen ojos dorados y un pelaje poblado por manchas oscuras.

Gato de Iriomote

Además de trepar árboles, son excelentes nadadores. Cada camada está integrada por entre uno y cuatro cachorros, que son criados por su madre en oquedades de árboles o entre las rocas. El hábitat del gato de Iriomote está cada vez más reducido, pues la invasión humana lo ha transformado en ciudades, granjas y carreteras. Por si fuera poco, los locales consideran que su carne es deliciosa.

Se han reportado casos de cruzas entre gatos de Iriomote y gatos domésticos perdidos, resultando en híbridos interesantes. Los gatos ferales suelen competir con esta especie, por lo que el gato de Iriomote tiene aún más dificultades para conseguir comida, compañeros y territorio. Sin embargo, el mayor peligro es que su población se concentra en una sola isla. Y la poca diversificación genética de la especie contribuye a esa restricción del hábitat. Si la isla de Iriomote llega a desaparecer, este gato sufrirá el mismo destino.

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