6 historias que iniciaron con un mensaje en una botella

La mayoría de los mensajes que se encuentran en botellas flotando en los mares del mundo son totalmente falsos, producto de la imaginación de algún ocioso que quiso matar el tiempo. Sin embargo, existen algunas historias interesantes que empezaron precisamente cuando una persona decidió guardar un mensaje (a veces no tan especial) al interior de una botella sin imaginar jamás que esa acción terminaría en un matrimonio, con el rescate de unos prisioneros o en una historia profundamente conmovedora. Hoy te presentamos seis de estas anécdotas reales.

Botella con mensaje sobre la arena

 

En busca del amor.

En el año de 1955, mientras navegaba en altamar, un sueco llamado Ake Viking escribió una nota, la metió en una botella y la dirigió a «alguien hermosa y lejana» y finalizó con un mensaje que decía: “escríbeme, quienquiera que seas”. Un par de años después, una joven italiana llamada Paolina se encontró con esta carta.

La dama respondió «no soy hermosa, pero me parece un milagro que este pequeño frasco haya viajado tanto y tan lejos hasta alcanzarme. Por eso te respondo«. Ambos empezaron a comunicarse por correspondencia y eventualmente Viking navegó hasta Sicilia para conocer a la misteriosa Paolina en persona. Al hombre le pareció una mujer realmente bella, y varios meses después terminaron contrayendo matrimonio.

Botella con mensaje quemado sobre la playa

 

Las últimas palabras.

Un 11 de abril de 1912, un joven llamado Jeremiah Burke y su prima Nora Hegarty abordaban el RMS Titanic en Irlanda. Un par de hermanas de Jeremiah ya se habían establecido en los Estados Unidos, por lo que Nora y él planeaban alcanzarlas en Boston. Antes que Jeremiah Burke subiera al barco, su madre le entregó una botella con agua bendita para que lo protegiera y le diera buena suerte.

Sin embargo, el poder místico de aquel líquido no funcionó: Jeremiah Burke y Nora Hegarty se encontraban entre los pasajeros que murieron tras el hundimiento del Titanic el 15 de abril. Un par de años después, un hombre encontró una botella en la playa de Dunkettle, muy cerca de la residencia de los Burke. Al interior de ésta botella había una nota en la que podía leerse: «Desde el Titanic: adiós a todos. Burke de Glanmire, Cork«.

Jeremiah burke mensaje desde el titanic

La nota se mantuvo en la casa de la familia Burke durante aproximadamente un siglo, hasta que la donaron a un museo en 2011.

 

Salvados por la botella.

Una embarcación apodada Lennie que había zarpado de Bristol, Inglaterra, fue secuestrada por la tripulación en 1875. Los amotinados terminaron asesinando al capitán, dos oficiales y exigieron al administrador, un belga llamado Van Hoydonck, que navegara rumbo a Gibraltar.

Amenazado de muerte, Van Hoydonck obedeció las órdenes… pero en secreto ordenó al grumete escribir 24 notas, que Van Hoydonck metió en 24 botellas. Después, navegó con la embarcación rumbo a Francia y arrojó las botellas por la borda. Por increíble que parezca, la armada francesa terminó con una de estas botellas en las manos y envió un buque de guerra para averiguar.

Mensaje botella en el mar sos

Sin armas para hacer frente a los oficiales franceses, los amotinados se rindieron y fueron arrestados y enviados a Inglaterra, donde los juzgaron por asesinato y condenaron a la horca. Por su parte, Van Hoydonck abrió un restaurante en Inglaterra, se casó y jamás volvió al mar.

 

Los caminos de Dios son misteriosos.

El «Evangelista de la botella de whiskey«, un religioso llamado George Phillips, solía utilizar botellas para predicar la palabra de Dios. En abril de 1940, este alcohólico en recuperación se vio inspirado por un trozo de madera que observó flotando a lo largo de la playa. «En ese momento Dios habló a mi corazón», dijo Phillips.

A partir de ahí, empezó a recoger botellas de whiskey vacías de los botes de basura, mismas que rellenaba con tratados evangélicos (trípticos y panfletos religiosos) y tarjetas con direcciones de devolución, para después arrojarlas al estrecho de Puget, cerca de su residencia en Tacoma, Washington. Al principio las lanzaba personalmente, pero en 1941 empezó a reclutar marineros de embarcaciones salientes para que arrojaran las botellas por él.

Botella con mensaje al interior

En el transcurso de dos décadas, Phillips estimó haber enviado unas 40,000 botellas de las que 2,000 tuvieron respuesta desde 40 distintos países.

 

Un mensaje de los prisioneros.

En 2009, durante la renovación de un inmueble en las inmediaciones del campo de exterminio de Auschwitz, una cuadrilla de trabajadores encontró una botella incrustada en un muro. Al interior del recipiente había una nota escrita con lápiz con fecha del 20 de septiembre de 1944. En ella se podía leer «refugio antiaéreo para el personal T. W. L«, además contenía una lista con los nombres y ciudad de origen de siete hombres y finalizaba con «todos entre 18 y 20 años«.

El Museo de Auschwitz-Birkenau hizo un rastreo de varios nombres de esta lista y encontró que fueron obligados a construir el refugio por orden de los nazis. Durante sus labores, secretamente escribieron esta nota, la metieron en una botella y la sellaron al interior de una de las paredes. El único hombre con vida en la fecha del descubrimiento, Wacław Sobczak, relató durante una entrevista: «los alemanes mataban a los débiles y enfermos. Jamás creí que sobreviviríamos. Queríamos que algo de nosotros quedara atrás, aunque fuera una simple botella».

Wacław sobczak carta en auschwitz

Cinco de los siete nombres en la lista lograron sobrevivir al campo de concentración. El destino de los otros dos es desconocido.

 

“Guinness is Good for You!”

En el año de 1954, la empresa Guinness Exports Ltd. lanzó una campaña publicitaria titulada “Bottle Drop”. Un total de 50 mil botellas de Guinness, cada una con una tarjeta al interior que solicitaba al receptor devolverla para recibir una respuesta, fueron lanzadas desde distintas embarcaciones alrededor del mundo. La compañía empezó a recibir respuestas de las Bahamas, Tahití, México, Inglaterra, entre otros países del mundo.

La promoción, en la que se incluía el mensaje “Guinness is Good for You!”, resultó tan exitosa que la repitieron en 1959, en el marco de la celebración de los 200 años de la compañía. En esa ocasión, Guinness lanzó al Océano Atlántico la friolera de 150,000 botellas, cada una con un pergamino de «la oficina del rey Neptuno», un folleto donde se explicaba la historia de la empresa, un pequeño manual para transformar la botella en una lámpara de mesa y un anuncio para Ovaltine.

Bottle drop guinness mensaje

A casi 60 años de esta campaña, todavía se siguen encontrando botellas.

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1 comentario en «6 historias que iniciaron con un mensaje en una botella»

  1. Y nunca me he encontrado una botella con un mensaje 🙁 ojalá y encuentre una de una millonaria heredera de 18 años, que sea supermodelo, que sufra de ninfomania y que quiera un acompañante para el resto de sus días. Digo, puede pasar o no??

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