6 animales que desafían las leyes de la física

De no ser que lo mantengan como un secreto bien guardado, los animales ignoran por completo concepto alguno de la física. Si llegan a caer desde la rama de un árbol y chocan con el suelo, no saben que la culpable es de la gravedad.

insectos

Pese a esta supuesta desventaja que implica desconocer los motivos de su dolorosa caída, los animales dominan algunas leyes universales de manera que la ciencia está muy distante de comprender por completo.

 

6. Las aves pueden divisar el campo magnético de la Tierra.

Te has preguntado ¿Cómo hacen las aves migratorias para saber a dónde están yendo desde el otro extremo del mundo en busca de mejores condiciones de vida? Bueno, para encontrar el norte, los seres humanos tenemos que utilizar brújulas – o un GPS, para los más modernos. Pero nuestros amigos plumíferos no necesitan de toda esta parafernalia, lo hacen sin mucho esfuerzo: tan solo necesitan abrir los ojos.

Los científicos ya suponían que los ojos de las aves contenían moléculas que les permitían “sentir” el campo magnético terrestre. En un estudio llevado a cabo en 2007, investigadores alemanes de la Universidad de Oldenburg descubrieron que dichas moléculas están conectadas con un área cerebral conocida por procesar información visual. En otras palabras, las aves pueden ver el campo magnético terrestre.

Cisne

Las brújulas funcionan usando a la Tierra como un imán gigantesco y un pequeño imán ligado a una aguja que se orienta hacia los polos norte y sur del planeta. Durante años, los científicos supusieron que las aves migratorias utilizaban una “brújula interna” para viajar entre sus áreas de anidación y los sitios donde pasan los inviernos, que pueden encontrarse a miles de kilómetros de distancia.

Los investigadores alemanes sugirieron cómo es que esta brújula natural puede funcionar. El equipo inyectó un tinte especial en los ojos y en el cerebro de una curruca mosquitera – un pájaro común en Europa que tiene sus ciclos de anidación en Asia – que podía ser rastreado mientras recorría el sistema nervioso.

Cuando los pájaros se orientaban, los dos tintes viajaron y se encontraron en el tálamo, una región en el medio del cerebro responsable de la visión, lo que evidenciaría que existe una relación directa entre el ojo y una región del cerebro de las aves llamada “Cluster N”. Y tú ahí, pensando que eres demasiado inteligente por poder trazar una ruta de autobús en Google Maps.

 

5. Los perros emplean una brújula interna cuando defecan.

Estás paseando a tu perro, te dispones a cruzar una concurrida intersección. Comienzas a cruzar, el semáforo pasa a un modo intermitente y este es el momento justo en que a tu perro se le ocurre hacer caca. Ahí está, olfateando una mancha en el asfalto y girando en torno a una media docena de círculos para encontrar una posición adecuada mientras los carros empiezan a pitar y el conductor de un lado te lanza una lata de refresco justo en la casa. Pero Killer no puede ser interrumpido – como si se tratara de una manía obsesivo-compulsiva, el animal tiene que hacer todo en una especie de armonía universal muy precisa, algo así como un feng shui que sólo los perros pueden entender. El último pensamiento que te viene a la mente justo antes de ser atropellado es una pregunta existencial: ¿Exactamente por qué los perros son tan tontos y estúpidamente obsesivos con el lugar donde hacen caca?

perro

Lo creas o no, la ciencia cree tener una respuesta. Después de vigilar con atención casi 7,500 heces de 70 perros de 37 razas diferentes, los investigadores concluyeron que los perros defecan de forma consistente a lo largo del eje norte-sur del campo magnético de la Tierra.

Y si bien puedes resolver que se trata de una coincidencia o que tal vez se orienten por la posición del Sol o algo parecido, los científicos están casi convencidos de que los perros poseen una especie de sensor magnético. Cuando interrumpieron el campo magnético en la habitación donde se llevaron a cabo las pruebas, los patrones de defecación de estos animales se descontrolaron volviéndose aleatorios, lo que todo mundo creía (hasta ahora) que era lo normal para el mejor amigo del hombre.

Si eso suena como una especie de pseudociencia, la verdad es que no lo es – cómo pudiste apreciar en el primer punto, esta capacidad de percibir los campos magnéticos está presente en muchas especies. Además de las aves migratorias, existen otros ejemplos aún más fascinantes, como vacas que fueron capturadas por imágenes de satélite alimentándose en la misma dirección y zorros que cazan mejor cuando utilizan el campo magnético para triangular sus ataques. En ambos casos, el instinto magnético es empleado para algo útil: un comportamiento de grupo unificado o como un sistema de orientación avanzado. Pero, ¿para qué sirve ese hábito canino de girar varias veces intentando encontrar el ángulo perfecto?

 

4. Las cucarachas y lagartijas son maestros del parkour

cucaracha

Cuando lanzas algo desde la ventana de tu casa, el resultado es invariablemente el mismo: desde el momento en que ese objeto con masa propia abandona la tierra firme, la gravedad toma el control de su destino y lo hace girar en caída libre.

En la mayoría de los casos, lo mismo aplica para los animales. Si el precioso Misifú corre más allá de los límites de la mesa, va a tocar el suelo inmediatamente. Pero existen criaturas completamente ajenas a este fenómeno que desarrollaron un método muy divertido para decirle a la ley de la inercia que no tiene mucho que hacer aquí. Las cucarachas y lagartijas, cuando no están provocando que una mujer se suba a las sillas, escapan de sus depredadores gracias a un acto de desaparición bastante extraño que desafía a la razón.

lagartija

Y sí, ciertamente eso no debería ser posible. Hasta pareciera que los animalejos se están divirtiendo.

Ambas especies se aferran a la orilla de la superficie con sus patas traseras, y en seguida, usan su torso para balancearse por debajo hasta que quedan a salvo. A nosotros nos resulta obvio que sus patas son esenciales, pero los investigadores, con intenciones puramente científicas, mutilaron a una pobre cucaracha y esto fue lo que pasó.

cucaracha 2

 

3. Los elefantes se comunican a kilómetros de distancia mediante señales inaudibles.

Además de ser enormes y tener trompas ridículas, los elefantes son conocidos por ser muy ruidosos. La idea de que poseen un método de comunicación inaudible para cualquier ser humano suena a un montón de porquería inventada. Pero no lo es, a menos que la ciencia nos quiera ver la cara.

Mediante la manipulación de las cuerdas vocales de la misma forma que lo hacemos los humanos, los elefantes son capaces de comunicarse a través de un murmullo infrasónico en un tono tan bajo que nuestros lamentables oídos son incapaces de percibir. Sin embargo, otros elefantes son capaces de escuchar estos sonidos a la perfección, inclusive los que se encuentran a más de 30 kilómetros de distancia.

elefantes

Sí, mientras que un niño jugando en la calle no puede escuchar el grito de su madre llamándolo a comer, los elefantes chatean felices de la vida con sus amigos a la distancia y de forma inalámbrica. Y eso no se debe precisamente a que sus orejas sean anormalmente grandes. En realidad, se debe a que los elefantes tienen los pies más sensibles del planeta. Estos “susurros” crean pequeñas vibraciones en la tierra que entran en contacto con los otros proboscídeos a través de la uñas. Desde aquí se propagan por sus patas, pasan por el cuerpo y alcanzan el cerebro. Basándose en cual uña sintió primero las vibraciones, estos animales incluso pueden descifrar la dirección de donde vino el sonido.

Esta forma de audición extrema permite que los elefantes hagan todo tipo de actividades en red. Pueden estar en contacto con sus compañeros, alertar de depredadores y tempestades próximas hasta coquetear con una potencial pareja. Una Internet de los elefantes.

 

2. Las arañas son expertas de la electricidad estática.

Ya sea que quieran asesinarnos o no (y hay mayores posibilidades de que eso nunca suceda), las arañas se encuentran entre las criaturas más odiadas entre todos los hijos de la naturaleza. Pero nunca las odiaríamos si las conociéramos mejor, si pudiéramos verlas realmente de cerca.

para araña microscopio

Y aunque no lo parezca, la imagen superior es una fotografía microscópica de la pata de una araña. Esas pequeñas cosas semejantes a plumas las ayudan a colgar de las paredes, ventanas y de tu hombro. Sin embargo, su capacidad de aferrarse a las superficies poco o nada tiene que ver con una adherencia natural como lo vemos en el velcro. No, después de todo, estos animales son los maestros de la electricidad estática.

Las minúsculas vellosidades de la pata de una araña sacan provecho de un fenómeno natural conocido como Fuerzas de Van der Waals, en las que los electrones de las vellosidades se agitan hasta que un negativo y un positivo finalmente se encuentran. Y tal como lo profetiza un cantante de música bohemia, los opuestos se atraen –en este caso, creando un vínculo que resulta en una propiedad necesaria para que la araña pueda colgar de los lugares.

Incluso la telaraña utiliza electricidad para conseguir presas. Así mismo, la propia tela de la araña. Puede que esta maldita cosa no esté técnicamente viva, más para las pobres moscas literalmente las empuja y atrapa hasta convertirlas en la cena.

Sí, la idea de que las telarañas pegajosas esperan pacientemente el error de una presa distraída es puro mito. Gracias a la electricidad estática, las telarañas realmente muestran más iniciativa en conseguir alimentos que el universitario promedio. Esto sucede porque los insectos mientras agitan sus alas al azar como lo hacen normalmente, tienden a perder electrones, adquiriendo una carga positiva. Las telarañas, que prácticamente están neutras o cargadas negativamente, responden a la presencia de la positividad de la única manera que conocen: literalmente, extienden sus manos y atrapan a la fuente, como una red de pesca con mente propia y apetito insaciable.

 

1. La avispa oriental se alimenta de energía solar.

Casi todos los seres vivos viven del Sol. Felizmente, para la mayoría de nosotros, existen varios intermediaros (la plantas se alimentan de la luz solar, las vacas comen plantas y los humanos se alimentan de las vacas). Bueno, ¿y no sería todo más fácil si nuestros cuerpos funcionaran directamente por energía solar?

Vespa orientalis

La Vespa orientalis, también conocida como avispa oriental es la especie de criatura con la que no querrías quedar encerrado en tu automóvil, este aterrador animal es parcialmente alimentada por paneles solares ubicados en su cuerpo. Este dato explicaría porque prefieren perseguir a los inocentes durante el día, mientras que la mayoría de las otras avispas prefieren aterrorizar a aquellos que se atreven a cruzar los límites en el inicio de la mañana. Los investigadores capturaron algunas de ellas y las bañaron con luz ultravioleta, a continuación, notaron que las avispas entraban en un acto acelerado de actividad.

Cuando examinaron las muestras de tejido bajo un microscopio, los científicos descubrieron estructuras especializadas sobre el exoesqueleto, que son extremadamente eficientes para colectar luz solar y convertirla en energía. Sin embargo, estas avispas no poseen una fisiología basada exclusivamente en energía solar; aun necesitan alimentarse como todo el mundo. Entonces ¿en que emplean esta energía? Según los expertos, se cree que transfieren parte de esta a los músculos que actúan sobre las alas, y el resto hace las veces de “aire acondicionado”.

Así mismo: aunque estas avispas prosperen en ambientes calientes y soleados, los científicos descubrieron que poseen una temperatura corporal baja, lo que sugiere que convierten el exceso de luz solar en electricidad para calentarse a sí mismas.

Y no termina ahí. Incluso en la fase de capullo presentan propiedades fotoeléctricas, aprovechando la luz solar para mantener a las pupas calientitas, ayudándolas a desarrollarse plenamente en un lindo bebé gusano.

Fuentes: National Geographic, Cracked

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7 comentarios en «6 animales que desafían las leyes de la física»

  1. ” Gracias a la electricidad estática, las telarañas realmente muestran más iniciativa en conseguir alimentos que el universitario promedio” jajajajaja muy cierto :s

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