5 supersticiones raras del folclore japonés

El folclore japonés está ampliamente influenciado por el sintoísmo y el budismo, las dos principales religiones de Japón. Se trata de un vasto mundo sobrenatural donde los espíritus se ocultan tras cada sombra y los monstruos siguen los pasos de los hombres.

yokai japon folclore

Generalmente, el folclore japonés está dividido en varias categorías: “mukashibanashi” los relatos y cuentos antiguos, “namidabanashi” historias llenas de tristeza, “obakebanashi” historias que involucran fantasmas, “ongaeshibanashi” historias de compensación por buenas acciones, “tonchibanashi” historias de sabiduría, “waraibanashi” historias cómicas y “yokubaribanashi” historias de codicia.

Además de estas historias y cuentos, el folclore japonés también condesa algunas supersticiones un tanto extrañas para nuestra cultura occidental. Conozcamos entonces algunas de las supersticiones más curiosas del antiguo Japón.

 

Nurikabe – perderse en la noche.

Según el folclore, lo sobrenatural era una amenaza tan grande para los viajeros japoneses durante la noche, como lo eran los animales salvajes y los bandidos. A menos que se llevara una fuente de luz propia, la única luz que revelaba el camino era la que provenía de la luna y las estrellas, por eso, era muy natural que muchos viajeros perdieran el rumbo. Sin embargo, la superstición atribuía estos fenómenos a un demonio.

nurikabe

El Nurikabe era un yokai – un monstruo o demonio, término utilizado por los japoneses para definir fenómenos, objetos y criaturas sobrenaturales – con la forma de un muro que se aparecía en el camino de los viajeros. Normalmente invisible, impedía y bloqueaba por completo determinado camino, obligando a los viajeros a rodearlo. Como muchos yokai, el Nurikabe era un tramposo. Incluso si alguien intentaba un camino diferente, el muro se alargaba o inexplicablemente se levantaba y movía. Se dice que el encuentro con un Nurikabe podría significar perderse durante días.

La creencia de que el Nurikabe podía aparecer de la nada e impedir el progreso de un viajero se registró por primera vez en Japón, pero existen por lo menos algunos relatos en otros lugares. El autor de un popular manga sobre yokai, Gegege no Kitaro, dijo en una de sus enciclopedias yokai, haberse encontrado con un Nurikabe durante el servicio militar en la selva de Papúa Nueva Guinea. Sin embargo, los autores históricos de enciclopedias yokai acostumbran a dejar una serie de historias sin referencias y probablemente inventadas, por lo que todo debe tomarse con cierta desconfianza.

 

Zashiki-warashi – pasos misteriosos.

Las grandes casas del antiguo Japón prácticamente eran abiertas, con habitaciones separadas por shojis. Esto facilitaba la propagación del sonido y provocaba que muchas veces pareciera provenir de sitios extraños. Cuando los ruidos o sonidos de pasos venían de una habitación vacía, la superstición decía que era un espíritu llamado Zashiki-warashi habitando la casa.

zashiki_warashi

Los Zashiki-warashi (cuya traducción más próxima es “niño en la habitación”) eran espíritus parecidos a los niños que vivían en habitaciones vacías. Se decía que tenían, como máximo, 12 años de edad y que ocasionalmente se aparecían ante los inquilinos de la casa. Aunque los ruidos que producían eran misteriosos, y sus apariciones repentinas probablemente provocaban una terrible impresión en las familias, la tradición dice que los Zashiki-warashi llevaban buena fortuna y prosperidad a quienes “convivían” en la casa.

Desafortunadamente, también se llevaban esa fortuna cuando partían. Los Zashiki-warashi cambiaban de un sitio a otro siempre que lo deseaban. En un relato, una familia tuvo la oportunidad de estar con dos de ellos, que les llevaron mucha prosperidad mientras estuvieron presentes. Eventualmente, tuvieron que partir, y después casi toda la familia murió cuando sus siervos, engañados, sirvieron una comida de hongos venenosos. Sin embargo, con la próxima familia con la que los Zashiki-warashi fueron a vivir, se hizo inmediatamente prospera.

Debido a esa asociación con la buena suerte, se dice que los Zashiki-warashi eran una explicación a la repentina ascensión y caída de las familias ricas.

 

Ubume – niños desaparecidos.

Puede haber incontables razones para la desaparición de un niño, pero según una antigua superstición japonesa, la mayoría de los niños que desaparecían eran arrebatados por un yokai llamado Ubume. Se creía que los Ubume eran espíritus de mujeres que murieron durante el parto, aunque también podrían haber muerto durante el embarazo. De cualquier forma, el apego por su hijo perdido permaneció después de la muerte, de ahí la necesidad implacable por tener un hijo, que solo se satisfacía cuando secuestraban a un pequeño.

ubume

Aparecen en noches oscuras y lluviosas, y generalmente se les puede distinguir por su forma de mujer cargando un niño, gritando por auxilio. El Ubume puede aparecer de varias formas: una mujer cargando un bebé, una mujer embarazada o como un cadáver cubierto de sangre que carga a un feto subdesarrollado. Otras veces, simplemente se aparecen como mujeres horripilantes, sangrientas y embarazadas que gritan de forma desesperada durante la noche buscando ayuda. Hay una versión inquietante que dice que se aparece en la oscuridad en intersecciones y puentes, el Ubume solicitará a los transeúntes que sostengan a su hijo, mientras se aleja para hacer algo. El bebé se hace cada vez más pesado hasta que la persona que lo carga recita una oración budista, después de eso el Ubume regresa y agradece por traer a su hijo de vuelta al mundo de los vivos. Existen otras historias del Ubume como la que dice que busca tutores para que cuiden de su bebé después de su muerte, mientras que otras cuentan que lo hace por su cuenta, realizando visitas ocasionales a la ciudad para comprar suministros con monedas que se transforman en hojas secas después que desaparece.

 

Mokumokuren – sensación de estar siendo observado.

En el antiguo Japón, buscar refugio en una casa abandonada podría haber sido una necesidad para protegerse contra la intemperie, y como en nuestros días, muchas veces podía resultar en una experiencia desagradable. No era raro escuchar relatos de personas que se vieron obligadas a dormir en una casa abandonada y que tuvieron una extraña sensación de estar siendo observadas por una presencia invisible. Rehusando a creer que la sensación podía ser producto de la imaginación, la superstición dice que los huéspedes sin invitación, de hecho, podrían estar siendo observados por la propia casa. Conocida como Mokumokuren, de la vieja casa abandonada surgirían centenares de ojos que observaban al intruso incesantemente.

Mokumokuren

En realidad, de la misma forma que las supersticiones anteriores, la idea de los Mokumokuren parece un tanto extraña y poco creíble para los estándares del pasado. Se dice que los ojos Mokumokuren parecían más confusos que siniestros. Y habrían sido de espíritus que vivían dentro de un shoji (una puerta deslizante echa de papel de arroz). Si el shoji tenía hoyos, los ojos podrían ser vistos dentro de los mismos. Se dice que si una persona llegaba a ver un Mokumokuren de lejos, podía quedar ciega. La única forma de eliminar al espíritu era deshaciéndose de los shoji.

 

Kitsune – Desapariciones.

Según el antiguo folclore japonés, los animales comunes muchas veces eran más de lo que aparentaban. Las zorras, en particular, serían responsables por una serie de eventos sobrenaturales. Generalmente se limitaban a las bromas, pero también podían ser responsables por actos más siniestros que iban desde los incendios a los secuestros. Una creencia común era que, después que caía la noche, las zorras (Kitsunes) se aparecían como mujeres hermosas y seducían a los hombres para alejarlos de sus familias.

Kitsune

Una historia relata sobre un hombre amoroso que, mientras caminaba por la ciudad después de que oscureciera, se encontró con una joven hermosa. Por insistencia de él, ella lo llevó hasta su propiedad y los dos pasaron la noche juntos. A la mañana siguiente, él había jurado amor eterno a ella olvidándose completamente de su vida anterior. Su nueva esposa se embarazó y nueve meses después le dio un hijo.

Mientras tanto, su familia los buscaba incesantemente. Cuando finalmente lo dieron por muerto, oraron a la diosa Kannon para encontrar su cuerpo. Kannon respondió a las oraciones y el hombre apareció arrastrándose por debajo de las tablas del piso de su bodega, mientras la familia mágica de zorras que lo había secuestrado huía despavorida.

 

La mayoría de los yokai son invenciones de artistas antiguos, muchas veces como sátira a los monjes sin escrúpulos.

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6 comentarios en «5 supersticiones raras del folclore japonés»

  1. Porqué no se puede comentar en el post de los usados toyota? Solo quería comentar que la sucursal de “como nuevos toyota” de mi ciudad tronó por vender autos caros e igual o peor de cuidados que cualquier lote de autos usados.
    Lo mas sano es comprar entre particulares y de preferencia de alguien conocido que te pueda decir sinceramente los pros y contras del auto que estas comprando.

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    • Porqué es publicidad directa, esas entradas siempre tienen los comentarios desactivados por defecto. Y no eres el primero al que leo decir que esos autos salen muy malos. Lo único bueno sería la garantía. No me gustaría publicar ese tipo de entradas, pero con la semana santa y el comienzo de mes es temporada de vacas flacas 🙁

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