4 acciones cotidianas que te hacen más “tonto”

A cada acción corresponde una reacción, y en ocasiones esto no siempre resulta de la mejor manera. ¿Sueles lamentarte por aquellas reuniones laborales aburridas e interminables? Deberías decirle a tu jefe que esto los está haciendo menos inteligentes. Tomar un refresco bien frío en una calurosa tarde de verano puede parecer una excelente idea, pero si lo haces con cierta frecuencia tal vez estés potenciando tus niveles de estupidez.

Narices de burro

Y la lista no se detiene aquí, échale un vistazo a algunos hábitos y acciones que están poniendo fin a tu inteligencia… según la ciencia.

 

1 – Las reuniones en el trabajo.

De acuerdo con una investigación realizada por un equipo estadounidense, los seres humanos hemos evolucionado para trabajar de forma individual – nuestro cerebro suele funcionar mejor bajo estas condiciones. Sometieron a evaluación el coeficiente intelectual de algunos voluntarios al solicitarles que resolvieran varias pruebas de lógica bajo dos situaciones específicas: a solas o rodeados por un pequeño grupo de personas.

Reunion esqueletos

Al final, los resultados revelaron que la prueba solía mejorar cuando la persona la resolvía a solas. De acuerdo con las conclusiones, esto se debe a que cuando nos encontramos en grupo, como sucede en una típica reunión laboral, nuestro cerebro no solo debe trabajar para aplicar el raciocinio sino también dedicar energía al aspecto social de la situación. Y todo esto empeora cuando se trata de las mujeres.

 

2 – Vivir en una ciudad grande.

Un grupo de investigación de la Universidad de Michigan, también en los Estados Unidos, llevó a cabo una prueba donde separó a un grupo de voluntarios en dos: el primero tendría que pasear por un parque y el segundo por una concurrida avenida. Tras un par de paseos, los voluntarios fueron invitados a resolver algunas pruebas. Aquellos que caminaron por un escenario típico de la gran ciudad presentaron una memoria inferior, problemas de aprendizaje y una menor capacidad de concentración.

Londres ajetreada

Todo esto es culpa de la sobrecarga sensorial que se produce en el cerebro: una mezcla confusa de varios sonidos, olores y luces. Aunque no te des cuenta, en una ciudad grande tu cerebro trabaja de forma desesperada y en determinado punto simplemente llega a congestionarse, momento en que pasa a funcionar de forma más lenta.

 

3 – La resaca.

Esto resultará algo evidente para cualquiera que haya tenido el infortunio de experimentar los efectos de una resaca: según una investigación de la Universidad de Keele, en el Reino Unido, durante un episodio de resaca el desempeño de nuestra memoria de trabajo (la memoria de fácil acceso que nos posibilita leer y comprender una frase de principio a fin) se reduce entre un 5 y 10%.

Resaca

Además, nos vuelve físicamente más lentos. Un joven de 20 años con resaca presenta la agilidad de una persona de 40 años. La deshidratación y el etanol son los principales culpables. Cuando nuestro organismo intenta deshacerse del alcohol, termina originando ciertas moléculas tóxicas. Es por este motivo que las personas parecen muertos vivientes tras una noche de fiesta.

 

4 – Tomar refresco en exceso.

Muchos refrescos contienen jarabe de maíz que es rico en fructosa. La sustancia es seis veces más dulce que el azúcar común y mucho más económica. Pero tiene un pequeño problema: te vuelve más lento a la hora de memorizar la información. Un grupo de investigación de la Universidad de California comprobó los hechos.

Pasillo de los refrescos super

En el laboratorio, enseñaron a algunos ratones el trayecto a seguir para escapar de un laberinto – lo consiguieron colocando rastros en el camino y ciertas pistas para que no olvidaran la forma de llegar a la salida. Posteriormente, los ratones fueron divididos en dos grupos: el primero recibió una alimentación saludable, rica en Omega 3, mientras el segundo grupo fue alimentado con jarabe de maíz. Esta dieta se mantuvo a lo largo de 6 semanas.

Tras este lapso, los investigadores los volvieron a dejar en el laberinto. Como estaba previsto, aquellos animales que llevaron una alimentación saludable presentaron los mejores resultados al encontrar mucho más rápido la salida.

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12 comentarios en «4 acciones cotidianas que te hacen más “tonto”»

  1. Fumar marihuana tambien deterioda y a la larga mata muchas hormonas, he visto gente que ha fumado muchos años y se nota su capacida pobre en reaccionar a una simple pregunta, sus cerebros no trabajan con rapidez como lo haria el de una persona no fumadora..

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  2. No estoy de acuerdo en que el refresco nos haga tontos, yo he tomado refresco toda mi vida y no creo que vallan a dominar el mundo con ese simple y negro liquido que a mi parecer ni es tan negro, que por cierto no sabe como ese jugo que tomaba en la secundaria pero no recuerdo como se llama y por eso todos decian que nunca aprenderia a nadar, que hacia daño y luego no te recuperabas, igual que los jugadores que se lesionan, que mejor vallan con un brujo y les diga su suerte para que no se cansen, y que mejor les diga el significado de la vida que segun yo es la mayonesa

    ALV ya se me acabó el Mountain Dew
    bye

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  3. Hola, en el punto 4 (el de los ratones) creo que hubiera sido mejor alimentar al primer grupo con su alimento habitual y normal de laboratorio, pero lo adicionaron con omega 3, eso es un plus a la memoria. Así que supongo que están en desventaja el segundo grupo que comía jarabe de maíz.

    No se que estoy diciendo, estoy en una reunión, en una ciudad grande, crudo y tomando refresco para la resaca… gracias por la información Hery 🙂

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