No creas todo lo que ves en Internet, especialmente cuando se trata de una fotografía en redes sociales. Pues es bastante probable que solo aprecies los aspectos positivos en la vida de otras personas. Y, desafortunadamente, también es plausible que encuentres realidades inexistentes gracias a las ediciones fotográficas. En el intento por mostrar que todo va perfecto en sus vidas, muchos recurren a estas triquiñuelas.
Las siguientes imágenes muestran a personas que, intentando editar sus fotos, quedaron irreconocibles. Estos individuos son el prefecto ejemplo de que lo que se publica en redes sociales a menudo no coincide con la realidad. Ríe sin remordimiento, pues ellos no los tuvieron cuando intentaron engañar a sus conocidos.
Una transformación en Chad de la vida real.
Los gráficos de The Sims son cada vez más realistas.
Debe tratarse de algún extraño síndrome donde la cabeza tiene la mitad del tamaño de los bíceps.
El maquillaje, los filtros y los mañaneros del Ben Affleck hacen milagros.
Tal vez alguien le quiso jugar una broma a esta mujer.
Si intentaba asustarnos, les aseguro que cumplió su objetivo.
Con todos esos filtros, esa chica parece una Monster High.
El Face ID se ha de sacar de onda cada vez que la ve sin maquillaje.
Está finlandesa se molesta muchísimo cuando le dicen que edita sus fotografías.
Eso parece un muñeco de cera en una exhibición de bajo presupuesto.
– “¿Qué tanta pierna y busto quieres?”.
– “Sí”.
Si consideramos la edad que tiene Madonna, no es de extrañar el uso exagerado de filtros.
Incluso se pueden crear mutantes en Photoshop.
Yo me mudaría enseguida de ciudad y, de ser posible, incluso de país.
Cuando vas a un banquete y después tiene sesión de fotos para l’oréal.
Encuentra las diferencias.
Con todas esas ediciones esa chica parece hija de Slenderman.
Nunca confíes en lo que se publica en Internet.
Este hombre debe padecer algún trastorno de identidad disociativo.
Incluso hay quienes pierden la debida proporción de las cosas.
Hasta Verónica Castro se niega a envejecer… en las fotografías.
De por sí la accesibilidad de cámaras digitales en los móviles disparó el narcisismo natural de muchas personas, ahora con los filtros en cualquier aplicación al alcance de cualquiera ha causado una ola de dismorfia corporal-facial.
Ahora la cirugía plástica convencional no es necesaria, solo con un buen programa de edición de fotos o filtro se soluciona cualquier imperfección. O mas bien, “se edita la imagen real para convertirla en la falsa percepción que tienen muchos de su propia imagen idealizada”
Si le doy a la Vero