Un instrumento espectacular movido por canicas

Martin Molin es un músico sueco que quedó tan fascinado cuando descubrió las máquinas de canicas que decidió fabricar una. Pero este sujeto realmente se tomó las cosas en serio y con 2,000 canicas decidió armar un instrumento musical programable. El aparato consta de 3 mil partes donde se combinan un tambor, un bajo, un vibráfono y otros instrumentos que son impulsados por una manivela.

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Dice que el concepto de máquina de canicas ya se ha convertido en toda una subcultura, y que las “máquinas de canicas siempre hacen música, pero pensé que quizá podía crear una máquina de canicas programable, que no fuera un caos como las otras, sino que permitiera un control”.

En un hermoso ejemplo de la falacia de la planificación, realizó un cronograma para dos meses, supuestamente el tiempo en que terminaría su máquina. Tardó 14. “Cuanto más me acercaba a que la máquina estuviera lista, más difícil se me hacía terminarla”.

La máquina empezó en un software 3D, y en un cubo de 80 cm. A partir de este punto, cada una de las piezas fue fabricada, ajustada y moldeada gradualmente por Molin, dando origen a esta cosa deforme.

“Las canicas se comportan como agua. La naturaleza del agua hace que pase por cualquier cosa. Después de cien mil años puede hacer un agujero en una roca. Las canicas hacen lo mismo, no importa lo que hagas para intentar controlarlas. Simplemente se filtran por cualquier obstáculo que se les ponga… voy a tener que corregir algunos problemas de fuga de canicas para poder hacer una gira”.

Según los planes la máquina resultó programable, partiendo de una rueda central de 32 barras, y el tono de la música puede ajustarse mientras se está tocando – en el video, Martin empieza en E (mi) y después pasa a C mayor (do mayor). “En teoría, es posible seguir cambiando sin parar”, dice Molin.

Entre sus planes a futuro está el crear nuevas máquinas, algunas más chicas, y quizá otras mejor afinadas para las giras, pues la máquina actual tiene que ser desmontada y reconstruida para cambiarla de lugar.

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