¿Te cortarías la lengua para alcanzar tu cavidad nasal? El Kechari mudra (Khecarī mudrā) es una extraña práctica del yoga en la que se corta gradualmente el frenillo de la lengua. De forma que se pueda enroscar hacia atrás y meter en la cavidad nasal. Sin una intervención quirúrgica, lograr esto es anatómicamente imposible. Y hay una buena razón para ello.
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Yoga para uno – Creepypasta
Ella le llamó «Yoga para uno». Me topé con la transmisión hace un mes, durante un extraño momento donde confluyó el tiempo libre y el autodesprecio generando algo parecido a la motivación. Oculta entre clases de kick boxing y esos dementes que hacen gym en casa estaba la miniatura.
Tiene 95 años y parece de 50, conoce su secreto
Debe ser un honor llegar a las 95 primaveras y gozar de una apariencia por la mitad de esa edad. Algunas personas realmente son expertas en mantenerse tan conservadas como este maestro de yoga turco. A sus 95 años, todavía tiene la apariencia de un hombre de cincuenta y asegura que su salud es la misma que cuando era joven.
Esta mujer usa yoga para luchar contra los prejuicios
Cuando se habla de yoga, el imaginario popular de la sociedad occidental, en la mayoría de las veces, suele evocar las imágenes de personas blancas y delgadas haciendo posiciones que parecen bastante complicadas. Pero, ¿qué sucede cuando una persona negra y obesa se propone aprender a practicar yoga?
5 cosas que las personas espirituales hacen de forma distinta
Los espíritus libres tienden a comportarse de forma semejante a otros. Aunque cada persona es única, resulta interesante descubrir que las personas que adoptan una forma de vida “espiritual” tienden a adquirir hábitos y comportamientos similares. La mente de un ser espiritual tiende a razonar de forma diferente del resto de la sociedad, e interactúan con la vida de formas realmente distintas.
Madre e hija de 4 años conquistan al mundo con poses de yoga
En Instragram, la mayoría de las mujeres que tienen la fortuna de ser madres tienen algo en común, álbumes fotográficos sobre sus hijos: “Mi bebé comiendo”, “Mi bebé dormido” y nombres por el estilo. Pero Laura Kasperzak, madre de dos niños e instructora de yoga en Nueva Jersey, Estados Unidos, hizo algo muy diferente.