Ya hemos argumentado en artículos anteriores lo antiquísima que puede llegar a ser la practica de tatuarse, este arte milenario ha acompañado a los seres humanos desde mucho tiempo atrás, y nunca antes, el cuerpo de una momia había arrojado una evidencia tan clara y tangible.
Un grupo de arqueólogos encontraron el cuerpo momificado de una princesa en Siberia llamada Ukok. Un hallazgo como este es en si mismo impresionante, pero lo más asombroso aun y que llamó la atención de los arqueólogos y científicos es que la momia estaba con sus tatuajes intactos, probablemente dibujados hace 2,500 años.