¿Te hierve la sangre nada más escuchar a alguien masticando o golpeando una superficie con un lápiz? La culpa no sólo es de la persona fastidiosa, de hecho, el verdadero problema se encuentra en tu cerebro. ¿Alguna vez te has sentido tentado a pedirle a alguien que mastique con la boca cerrada, que deje de darle sorbos a la sopa o que deje de golpear la mesa? No estás solo.
trastorno
El mejor psicólogo del mundo – Creepypasta
A los doce años llegué a la conclusión de que todas las personas en este mundo, incluidos los integrantes de mi familia, estaban en mi contra. Jamás fui un niño problema, pero mis padres me trataban como tal.
Beth Thomas, la hija de la ira
Probablemente nunca hayas visto un documental como este. Yo personalmente nunca vi entrevistas con víctimas del abuso infantil, por eso considero esta producción única. Child of Rage (Hijos de la ira, una historia de abusos) muestra a una tierna y encantadora niña de ojos azules llamada Beth Thomas. Pero no te dejes llevar por las apariencias, esta princesa de rostro angelical y voz suave guarda un verdadero demonio en su interior.
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Es difícil vivir bajo la sombra de uno mismo. Es prácticamente imposible. A menos que tú seas yo. A menos que vivas en dos mundos separados. Dimensiones. Debo decir dimensiones porqué uno de mí está en el futuro, y el otro está en el presente. Bueno, uno de mí estaba en el futuro. Y ahora ese yo está muerto.
Síndrome de Pica, personas que comen lo inimaginable
La alotriofagia, también conocido como “Síndrome de Pica” es un trastorno bastante raro entre los seres humanos, en el que el individuo siente un apetito descontrolado por cosas o substancias no comestibles, como tejidos de algodón, jabón, monedas, cenizas, rocas y todo lo que puedas imaginarte. El nombre de “pica” viene de latín y significa “urraca”, una especie de pájaro conocido por alimentarse de casi todo lo que se le pone enfrente.
Hombres que publican muchas selfies muestran signos de psicopatía
Un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Ohio, en los Estados Unidos, dio seguimiento a los hábitos en las redes sociales de 800 hombres y descubrió lo que siempre habíamos sospechado: aquellos que toman y publican constantemente selfies, podrían padecer problemas psicológicos leves.