Existen cosas sucediendo a nuestro alrededor que, de forma totalmente inesperada, parecen sacar a las personas de sus casillas. Cosas que aparentemente no tienen la más mínima importancia pueden provocarnos reacciones inesperadas, y ganas de matar – no de forma literal – a quien fue capaz de cometer aquel acto criminal. A continuación te dejamos algunos ejemplos de cosas cotidianas que provocan la furia en ciertas personas.
Últimamente a Internet le ha dado por meterse con los toquianos (las personas que sufren de un trastorno obsesivo-compulsivo o TOC), quizá a algunos nos cause un poco de malestar o incomodidad ver estas imágenes, nada que no podamos manejar, pero para aquellas personas que padecen casos graves de esta enfermedad los gráficos de este tipo pueden convertirse en una verdadera agonía.
Si hay algo que adoran algunas personas con trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es el orden y la perfección. Las 32 fotografías para perfeccionistas que publicamos hace algunos meses resultaron todo un alivio para las personas que se sienten incomodas cuando ven algo fuera de lugar o no combinando con los elementos que lo rodean.
¿Te cuesta delegar responsabilidades? ¿Crees que haces las cosas mejor que otros? ¿Sientes una necesidad constante por destacar entre los demás? ¿Estás constantemente buscando el éxito y no te sientes satisfecho con nada más? Quizá una respuesta afirmativa a estas preguntas pueda identificarte dentro del grupo de las personas perfeccionistas, una conducta que a muchos les parece positiva, pero que en realidad puede traer serios efectos secundarios.
En Kirguistán, un país de Asía central, una joven de 18 años de edad que se sentía extremadamente mal y que era incapaz de comer cualquier cosa o de ingerir agua, fue llevado de emergencia a un hospital donde rápidamente se sometió a una cirugía. Para el asombro de los médicos, lo que causaba la obstrucción en el sistema digestivo era una bola de pelos de 4 kilogramos.
Ursus Wehrli es un artista cuyo arte es totalmente innovador. Para darse una idea al respecto, digamos que si la norma entre la población mundial fuera padecer de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), Wehrli sería el más grande de todos los creativos en el mundo del arte. Y es que este artista suizo lo ordena absolutamente todo.
