Hubble, el telescopio espacial de la NASA, detectó una serie de esferas de gas (súper calientes y gigantes) – dos veces más grandes que Marte – eyectadas desde las cercanías de una estrella agonizante. Estas esferas de plasma fueron disparadas a tal velocidad a través del espacio que les hubiera tomado tan solo 30 minutos viajar entre la Tierra y la Luna. Lo más sorprendente es que estos “disparos de cañón” han sucedido al menos una vez cada ocho años y medio en los últimos cuatro siglos.
El Hubble ha realizado más de un millón de observaciones desde su lanzamiento, pero solamente una pequeña proporción son imágenes atractivas, y un número mucho menor son vistas por las personas que no pertenecen a los pequeños grupos científicos quienes controlan las que se publican. Sin embargo, la gran cantidad de datos en el archivo significa que todavía hay centenares de bellas imágenes dispersas entre todo el contenido, aunque poco atractivas, contienen datos científicos que no han sido disfrutados por el público nunca antes.