Me llegó a mi Facebook y lo comparto. Es una gran metáfora de la vida, espero les guste y gracias a Isara que fue quien lo compartió y a Samuel un gran soñador que nos regaló este texto.
Con cada inhalación y exhalación estoy compartiendo una cantidad increíble de átomos con el universo, los átomos que forman parte de mi pasarán a formar parte de otro ente. Mi cuerpo se re-inventa casi a diario, los átomos que respiro, como y transpiro pueden haber formado parte de cualquier ser, tal vez alguno de tantos fue parte de algún dinosaurio, personaje histórico, estrella… la posibilidad es infinita.