Acabo de descubrir uno de los juguetes más hermosos que jamás haya visto, se trata de WoodyOTime, un hamster de peluche que repite todo lo que ‘escucha’. Muchos dirán que ando un poco atrasado con la tecnología de los juguetes, que este tipo de muñecos abundan en el mercado, y tienen toda la razón, pero si no fuera por los rusos este objeto jamás hubiera entrado en las cosas que algún día tengo que comprar. Basta con ver el siguiente video.
En Rusia todos deberían contar con una cámara de video instalada el el tablero de sus automóviles. En ese país eso es mucho más efectivo que llevar un bate de béisbol en el maletero, aunque por las dudas, no estaría de más llevar también el bate.
Las condiciones de las carreteras rusas son peligrosas, con ciudades gigantescas llenas de baches, pantanos interminables y severo frio invernal en las carreteras secundarias y autopistas. Luego están las grandes áreas sin ley dónde nadie quisiera estar, la policía con una inclinación por la extorsión y conductores profundamente frustrados que quieren romper la cara a cuanto conductor se atraviesa en su camino.
Varias personas resultaron con lesiones, presuntamente por las esquirlas de cristal, que se produjeron tras la caída de un meteorito en Cheliábinsk, una región de los montes Urales, informó el Ministerio del Interior de Rusia.
Según Vadim Drobiz, director del Centro para Comercio Federal y Regional de Alcohol, durante los siguientes diez días de festividades los rusos beberán en conjunto hasta 1.5 mil millones de litros de alcohol, dicho de otra manera: si todas las botellas consumidas durante las festividades de Año Nuevo se alinearan en el ecuador, darían 17 vueltas a la circunferencia de la Tierra.
Vladimir Fomin, de 44 años, residente de Kineshma, una ciudad en la región del Ivanovo en Rusia, es un hombre muy peculiar. Se convirtió en una celebridad en su país después de haber sido expulsado de la Universidad de las Matemáticas por negarse a vestir pantalones y caminar en ropa de mujer. Digamos que Vladimir es una drag queen rusa.
Era enero de 1959 y un grupo de experimentados esquiadores rusos del Instituto Politécnico Ural emprendía una aventura hacia la cordillera montañosa de los Urales. Durante el viaje, el 28 de enero, Yury Yudin enfermó debido al extremo clima y permaneció descansando en Vizhai, la última localidad habitada antes de llegar a la montaña. A pesar de haber perdido a uno de sus miembros, el líder del grupo, Igor Dyatlov, decidió continuar con el viaje para cruzar el paso de la montaña Kholat Syakl, ubicada en los montes Urales.
