Los seres humanos estamos expuestos a un entorno cada vez más ruidoso. Condición que perjudica la audición de formas que apenas empezamos a comprender. Sin embargo, hallazgos científicos recientes abren una veta de esperanza en este desalentador panorama. Un estudio revolucionario realizado por investigadores de la Universidad de Pittsburgh arrojó luz sobre el proceso biológico que conduce a la pérdida de audición inducida por el ruido.
Millones de jóvenes están en riesgo de sufrir pérdida auditiva a causa de la música alta y el uso de auriculares. Según una nueva investigación, 48% de los jóvenes y 24% de los adolescentes se involucran en prácticas auditivas riesgosas. El preocupante análisis de datos se publicó hace algunos días en la revista BMJ Global Health.
En Corea del Sur, los ciudadanos luchan contra los vecinos ruidosos de una forma poco ortodoxa. En lugar de avisar a las autoridades, invierten en costosos sistemas de sonido diseñados específicamente para irritarlos. Se sabe sobre la existencia de estos dispositivos al menos desde el 2016. En esa época, los medios locales reseñaron de una forma casi chusca la implementación de los sistemas especializados para resolver disputas sobre el ruido en los edificios de apartamentos.
Sin la mínima intención, Microsoft compite este año por el título del lugar más silencioso del mundo. Y no se debe precisamente a una política de cuchicheos en sus oficinas, sino a que la empresa construyó una cámara anecoica – una palabra que significa “sin ecos” y que se utiliza para describir aquellos sitios sin reflexión sonora – en la ciudad de Redmond, en Washington, Estado Unidos.
En 1972 el ruido es identificado por la ONU como un agente contaminante del medio ambiente. Desde entonces es común que las personas se quejen de lo que se conoce como contaminación acústica o auditiva, en el D.F hasta diciembre del 2005 se tenia registro de 503 denuncias atendidas por la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento, todas relacionadas con el ruido.
