La toma de Constantinopla por el Imperio Otomano, hasta la fecha uno de los acontecimientos más relevantes de la historia, fue la máxima expresión de una revolucionaria expansión territorial sin precedentes que arrasó con occidente en el año de 1453. En apenas unos meses, un joven sultán llamado Mehmed II se ganó el título de Mehmed, el Conquistador, convirtiéndose en el hombre más poderoso sobre la faz de la Tierra.
El advenimiento de la fotografía generó una revolución sin precedentes en la realidad humana, sin miedo a equivocarnos podríamos asegurar que la invención de una máquina capaz de registrar imágenes “reales” cambió el mundo para siempre.
Hay de ilustradores a ilustradores. Y el artista brasileño Julio Cesar, con sede en la ciudad de Fortaleza, con toda seguridad forma parte de ese grupo que le imprime magia a sus creaciones, pues sus ilustraciones gozan de un encanto tan genial que parecen listas para adquirir vida y salir del papel en cualquier instante, principalmente en una serie que creó basándose en retratos aleatorios de personas.
Las siguientes imágenes, que algunos podrían considerar perturbadoras, retratan a personas que murieron poco tiempo antes de ser fotografiadas como si estuvieran con vida, en medio de situaciones triviales de la vida cotidiana o junto a sus seres queridos.
No cabe duda, es una idea que debería suceder con más frecuencia. El fotógrafo de origen finlandés Antti Karppinen se dirigió hasta el Cardiff Film and Comic Con 2015 de Gales, montó allí un stand para que sirviera de estudio fotográfico y salió a cazar cosplayers para hacerles unos retratos profesionales, con esencia de carteles de cine.
La primera sesión de fotografías tradicional de un bebé recién nacido supuestamente debería mostrar al pequeño en todo su tierno y encantador aspecto, con las ropitas coloridas de su ajuar, pero nada impide que podamos ceder a nuestros más ocultos deseos y disfrazar a los pequeños con nuestros personajes favoritos de películas de fantasía y ciencia ficción, libros y series.
