Seamos sinceros, cuando tomas tu teléfono para sacar una fotografía a una cosa cualquiera en la calle, no esperas demasiado. Sin embargo, en el vasto océano de imágenes aburridas que inundan la galería de tu celular, unas cuantas tomas parecen sobresalir. Puede tratarse de un milagro o una agradable sorpresa, llámalo como quieras.
La toma de Constantinopla por el Imperio Otomano, hasta la fecha uno de los acontecimientos más relevantes de la historia, fue la máxima expresión de una revolucionaria expansión territorial sin precedentes que arrasó con occidente en el año de 1453. En apenas unos meses, un joven sultán llamado Mehmed II se ganó el título de Mehmed, el Conquistador, convirtiéndose en el hombre más poderoso sobre la faz de la Tierra.
Las personas que solemos crear listas las consideramos herramientas sumamente útiles. Las listas pueden ayudar a mantener cierto grado de organización en nuestras vidas, perseguir determinados objetivos y proporcionarnos una guía de ideas y deseos. En plena era digital, pasar el bolígrafo sobre el papel para elaborar listas y mantener los cuadernos de notas en orden es una práctica que ha venido resurgiendo de forma sorprendente.
El Monumento al Renacimiento Africano, con 150 metros de altura, domina el horizonte de la capital senegalesa de Dakar. Su tamaño es realmente impresionante: nuevos monumentos de este tamaño son raros y esta es la estatua más grande de África. Sin embargo, a pesar de ser considerado como una celebración al renacimiento del continente, se convirtió en un escándalo en una República Africana económicamente angustiada.
El Monumento al Renacimiento Africano fue diseñado por Pierre Goudiaby y costó alrededor de $ 40 millones de dólares. Está situado en el borde occidental del continente y, se esperaba, sería el monumento más reconocible de África, una especie de Cristo Redentor para el nuevo milenio.