¿Te resulta familiar el término “gol de oro”? Aunque no seas un ferviente seguidor del fútbol, probablemente lo escuchaste alguna vez. También conocido como muerte súbita, es una regla que admiten algunos campeonatos cuando el juego finaliza en empate y se van a tiempos extras, donde el primero en marcar gol gana el partido.
¿Te preocupa que en el estreno de tu película favorita asista una madre con sus pequeños retoños? La posibilidad de que el crio suelte el llanto precisamente en el clímax de la película siempre está latente, y estas preocupaciones no son algo nuevo. Teniendo en cuenta lo que algunos gastan en boletos, comida y golosinas es razonable que las personas se molesten cuando alguien les arruina la noche. Y es que los diálogos, la música y las secuencias de sonido son tan importantes para el espectáculo como la imagen misma.
Porque los nipones jamás dejarán de sorprender a los occidentales, aquí tienes una nueva entrega de reglas y costumbres japonesas que te parecerán, como mínimo, algo extrañas.
En las tierras del sake, la ley prohíbe la producción casera de cualquier tipo de bebida alcohólica, incluida la popular cerveza artesanal. Las personas que pasen por alto esta prohibición deberán pagar una multa financiera, además que pueden terminar condenadas a cinco años de prisión.
Las instituciones educativas poseen reglas para propiciar un ambiente de orden y uniformidad, donde los alumnos puedan practicar un aprendizaje organizado y sin contratiempos. Algunas escuelas podrían tener reglas que resultarían sumamente estresantes para aquellos que no están acostumbrados a la cultura local, pues las costumbres terminan influyendo en el ámbito pedagógico y estas pueden variar mucho entre una región y otra.
Hoy, con la onda del Instagram, Facebook y las demás redes sociales, todo mundo quiere tomar fotografías geniales. Si te gusta tomar fotos y apenas vas empezando en el negocio, requieres conocer algunas recomendaciones sencillas, que te ayudaran a registrar mejor los momentos y a alcanzar resultados óptimos.
1 – Darse cuenta de que a nadie le importa, y si lo hacen, no debe importarte que les importe. ¿Tienes un auto nuevo? A nadie le importa. Quizá tengas algunos curiosos durante un par de semanas, pero en realidad no les importa. Solamente son curiosos. Tres semanas después vas ser otra mancha brillante entre todas las miles de personas que se arrastran por la autopista, salen de sus garajes y caminos de acceso hacia arriba y abajo de la calle. La gente se preocupa por tu coche tanto como tú te preocupas por todos ellos. ¿Tienes un reloj nuevo? ¿Guardarropa nuevo? ¿Fuiste a un restaurante elegante? ¿Vacaciones exóticas? A nadie le importa. No bases tu felicidad en que a otros les importe, porque no lo harán. Y si lo hacen, o bien quieren tus cosas, o te odian por ello.