Cuando la aeronave de Joseph Dwyer se dirigió por un camino erróneo en una nube de tormenta, dicha equivocación valió bastante la pena: el físico atmosférico se encontró con una inesperada – y misteriosa – niebla de antimateria.
Los científicos tienen conocimiento de que las tormentas poderosas pueden producir positrones, el equivalente de la antimateria para los electrones, pero la antimateria que observó Dwyer y su equipo aún no tiene ninguna explicación conocida.