Nueva York se define como la ciudad cosmopolita por excelencia. Además de los icónicos rascacielos, es famosa por su pulsante vida cultural, los múltiples museos, incontables teatros y las gigantescas poblaciones de ratas. Los roedores representan un problema tan grave para la comunidad, especialmente en Manhattan, que muchos los consideran una especie de atracción.
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Las ratas urbanas se hacen cada vez más grandes
Las ratas urbanas no dejan de crecer, son más largas y gordas comparadas con otros roedores. Es un fenómeno extraño que desafía la regla de Bergmann, donde postulan que los animales tienen menor tamaño entre más alta es la temperatura del medio que habitan.
Ratas topo lampiñas secuestran crías para esclavizarlas
Las ratas topo lampiñas (Heterocephalus glaber) son animales cuyas peculiaridades van mucho más allá de su apariencia. Poseen una súper resistencia al cáncer, soportan un altísimo umbral de dolor, aguantan 20 minutos sin oxígeno y desafían el proceso natural de envejecimiento. Es difícil encontrar estas características en una misma especie, por eso se diferencian de otros mamíferos.
Ratas explosivas en la Segunda Guerra Mundial
Difícilmente escucharás sobre la Special Operations Executive (SOE). Si no te resulta familiar, déjame decirte que es un tema fascinante. En el marco de la Segunda Guerra Mundial, este grupo de operaciones especiales de Gran Bretaña ejecutó actos de espionaje y sabotaje contra las fuerzas del Eje por toda Europa.
El curioso caso de la rata atrapada en una tapa de alcantarilla
Jamás creerías si te contaran que una cuadrilla de bomberos en Alemania se movilizó para salvar a una rata gorda. Sí, un roedor común y corriente que quedó atrapado en una tapa de alcantarilla. La semana pasada, la protagonista de esta historia pretendía emerger de una alcantarilla para alcanzar la superficie. Sin embargo, debido a toda la grasa que acumuló en la época invernal terminó atorada.
Los gatos son pésimos cazadores de ratas
Los gatos son vistos como los depredadores por excelencia de los roedores, al menos en la cultura popular. Y es que un estudio que empezó por mera coincidencia terminó revelando que los gatos son muy incompetentes cuando se trata de controlar a las plagas de ratas (al menos los felinos neoyorkinos).