No hay nada como el placer sádico que produce una buena película de venganza. Y el cine tiene mucho para ofrecer en este aspecto, desde personajes que regresan del infierno (Ghost Rider y Dead in Tombstone, por ejemplo) hasta películas como Kill Bill, donde Beatrix Kiddo (Uma Thurman) corta cabezas, brazos y piernas de cualquiera que se le pone en frente.
Es realmente genial, sobre todo cuando sabemos que todo es ficción, ¿verdad? Sin embargo, algunas personas en la vida real se toman ese asunto de la venganza muy en serio. Y es aquí donde las cosas pueden ponerse realmente feas y, lo creas o no, peor que en un película de Tarantino.