Un estudio concluyó que el tamaño de la pupila está íntimamente ligado a la inteligencia humana. Los ojos de una persona pueden revelar mucho desde una perspectiva emocional: indicios de cansancio, estado de ánimo, interés por otra persona, etc. Ahora, una nueva investigación sugiere que los ojos de una persona también ofrecen pistas sobre su inteligencia.
Nick Humphreys, un ciudadano británico de 29 años, perdió la visión del ojo derecho tras meterse a la ducha con lentes de contacto. El joven fue víctima de una queratitis por Acanthamoeba y terminó desarrollando una poderosa infección parasitaria que le arruinó completamente el ojo.
Las siguientes imágenes muestran la diferencia entre una visión normal y la visión de alguien que padece astigmatismo. En la primera imagen, donde los puntos luminosos se extienden en rayas perpendiculares, podemos apreciar la realidad de un individuo con astigmatismo. La reveladora comparación se volvió viral en las redes sociales durante los últimos días.
Al menos una vez en la vida, independientemente de la salud de nuestro ojos, todos hemos considerado utilizar lentes de contacto. Y es que, aunque para muchas personas cambiar el color de sus ojos sea algo cotidiano, emplear extraños lentes de contacto para cambiar la apariencia y destacar entre la multitud es algo completamente distinto. Dado que el número de personas que anhela expresar su personalidad a través de estos artículos nunca deja de crecer, el mercado procura satisfacer esas demandas, por muy exigentes que parezcan.
Hace varios años que se viene advirtiendo sobre lo perjudicial que puede resultar para nuestros ojos la excesiva exposición a la luz azul, un mal hábito que contribuye a la pérdida paulatina de la visión a lo largo de la vida. Sin embargo, en esta ocasión un grupo de científicos de la Universidad de Toledo, en Ohio, Estados Unidos, encontró el mecanismo de dicho efecto tóxico. A continuación, te presentamos una razón más para que consideres seriamente limitar la exposición de tus ojos al brillo de las pantallas, como las de los teléfonos celulares, durante mucho tiempo una vez que la luz solar desaparece.
Alguna vez hablamos sobre lo invasivo que resulta el procedimiento para cambiar de color la esclerótica, la “parte blanca” del ojo, y de porqué no era buena idea someterse a dicho procedimiento. Si te quedaron dudas de que tener agujas perforando e inyectando pigmentos en los ojos no es la cosa más recomendable para quien desea cuidar estos órganos, prepárate para ver el caso de esta canadiense que decidió tatuarse los ojos con un pigmento morado.
