Hace poco, en Internet salió a relucir el caso de una novia obsesiva que impuso un ridículo contrato a sus damas de honor. El documento consta de 37 cláusulas que las mujeres debían cumplir antes y durante el día de la boda. La protagonista del caso se convirtió en la comidilla de los internautas por la desfachatez de sus condiciones.
Además del nacimiento de los hijos, pocas fechas resultan más importantes en la vida de una mujer que el día de su boda. Suele ser un evento tan importante que planean hasta el más mínimo detalle. De hecho, las que tienen posibilidades pagan a expertos en el tema para que ese sueño de una boda mágica se convierta en realidad.
La boda figura entre los momentos más importantes en la vida de cualquier mujer que decide unirse a otra persona, por ello es imprescindible que luzcan impecables en un día tan importante. Obviamente, cada cultura dispone de su propia vestimenta para la boda, así como peinados y maquillaje. Y esa imagen tan arraigada en la cultura popular de occidente de la típica novia, vestida de blanco con un maquillaje que busca resaltar ciertos rasgos “ideales”, no se repite en otros lados.
En el 2014, según datos del INEGI, en México se casaron 577 mil parejas. A pesar de las crisis económicas, sociales y políticas del país, y que cada vez más se práctica la unión libre; este número se redujo muy poco en el lapso 2012-2014. En el mundo de las bodas hay de todo: desde pequeñas reuniones familiares hasta ceremonias ostentosas, pero lo que verdaderamente importa es la celebración del amor y la constitución de una nueva familia.
Thea, de tan sólo 12 años, es la primera “niña novia” de Noruega. La pequeña caminó rumbo al altar para encontrarse con su marido de 37 años. Se trata del primer matrimonio oficial de un niño en Noruega, un evento que está causando una gran polémica. Cientos de personas señalan la inmoralidad e ilegalidad de este enlace y exigen la intervención tanto del gobierno como de la UNICEF.
El preciado y maravilloso Ramo de Novia no tiene un origen muy agradable que digamos. Como todos saben (si no lo sabes, deberías leer sobre la falta de higiene en la Edad Media), darse un baño no era algo muy común allá por los siglos XV y XVI.
Entonces, imagina a la novia, sin conocer lo que era un buen baño desde hacía meses, adentro un vestido pesado y pomposo que le cubría todo el cuerpo, incluso el rostro con el velo, entrando en un lugar con poca ventilación y repleto de gente… pues sí, un ramo de novia tenía la función de disimular la pestilencia corporal de la próxima esposa.