Nicholas Heckaman, un diseñador con base en Gainesville, Florida buscaba el anillo perfecto para pedirle a su entonces novia Melina que se casara con él, pero simplemente no encontraba algo que lo convenciera.
Su solución fue construir algo de lo que pudiera estar orgulloso. De forma metódica, con mucha paciencia y utilizando una moneda de plata y un martillo, Heckaman llevó a cabo su cometido: crear un anillo único a partir de una moneda.