Por mucho que sepamos que la felicidad depende de nosotros mismos, de la forma en que enfrentamos la vida, los hechos, los días y sus tribulaciones, hay personas que parecen poseer el don de impedir la paz en aquellos que los rodean.
Por mucho que sepamos que la felicidad depende de nosotros mismos, de la forma en que enfrentamos la vida, los hechos, los días y sus tribulaciones, hay personas que parecen poseer el don de impedir la paz en aquellos que los rodean.