Pues sí, estas manos son reales y pertenecen a Mohammad Kaleem, un niño indio que padece una malformación linfática. Se trata de un hematoma, una malformación del tejido de apariencia tumoral, conformada por una mezcla anormal de elementos normalmente presentes en el cuerpo, notables en el caso de Mohammad a través de sus manos extremadamente grandes.