En Eslovenia, precisamente en Máribor (la segunda ciudad más grande del país), en la calle Vojašniška podemos encontrar la vid (conocida) más vieja del mundo. El tronco de la planta descansa sobre las paredes claras de una casa, como si se hubiese petrificado en el lugar. Pero sus hojas son verdes, frondosas y, si asistes en la época correcta, podrás ser testigo de la vid más antigua del mundo dando frutos.