Las luces de Marfa figuran entre esos misterios antiguos que no tienen explicación. Desde hace más de un siglo, una serie de luces brilla regularmente en el desierto. Es un fenómeno único en el mundo y no existe una explicación ampliamente aceptada en la comunidad científica.
En mis tiempos solíamos colocar una botella de Pau-Pau entre los rayos de la bicicleta para convertirla en una «motocicleta», luego vinieron los típicos adornos plásticos multicolores que se enganchaban entre los rines. Pero parece que para los japoneses eso no es suficiente.
Las cuentas de plástico fueron reemplazadas por luces LED sincronizadas que generas animaciones multicolores mientras la rueda de la bicicleta se encuentra dando vueltas. Y la cosa no para ahí, el plus es que el comprador será capaz de crear sus propias animaciones en ordenador y luego «quemarlas» en su dispositivo ANIPOV.
Si vas a Japón en estas fechas asegúrate de hacer un espacio en tu agenda para dar un vistazo a una de las exhibiciones más impresionantes del país nipon. Se trata de las Luces de Invierno en Nabana no Sato, un jardín botánico que se convierte en un parque temático de luces en la isla de Nagashima Kuwana.
El espectáculo de este año apenas fue inaugurado ayer, fue nombrado uno de los mejores espectáculos de luces de invierno en todo Japón. Y basta con ver las imágenes para querer estar ahí.