El gobierno de los Estados Unidos está probando una Inteligencia Artificial (IA) cuyo principal objetivo es identificar eventos futuros partiendo de la probabilidad. En teoría, permitiría a los militares prepararse para cualquier evento incluso días antes de que suceda. Una IA es un tipo de tecnología que permite a las máquinas adquirir conocimientos mediante la experiencia. Adaptándose a una variedad de condiciones para ejecutar tareas como lo haría un ser humano.
Esta sería la apariencia de algunas celebridades si aún estuvieran vivas. Empleando un algoritmo de imagen en una Inteligencia Artificial, Hidreley Diao exploró posibilidades limitadas por un trágico desenlace en la vida de estas personas.
Previo a la llegada de la fotografía, era algo complicado imaginar la apariencia de las personalidades en el pasado. En el mejor de los casos se tenían pinturas, esculturas, monedas o huesos. Fueron pocos los artistas cuya habilidad les permitió representar con total realismo la apariencia de otras personas y, entre más regresamos en el tiempo, peor se vuelve esta fidelidad.
Nací en el año 2089, uno de los primeros niños de la nueva era. En el transcurso del siglo XXI, el progreso tecnológico impulsó todas las áreas, particularmente las ciencias de la computación y robótica que excedieron a otras disciplinas por orden de magnitud. Hasta donde sabíamos, estas áreas ofrecían el mayor potencial.
Para que AlterEgo entienda lo que quieres decir no debes exclamar una sola palabra, basta con que lo pienses. La memoria del ser humano promedio no es algo muy confiable. Esto se puede comprobar en la vida cotidiana a la hora de hacer una lista de compras, intentar aprenderla de memoria, pagar los productos y entonces, casi siempre, lamentarnos por que olvidamos algo. En tareas de esta naturaleza es que podría asistirnos la inteligencia artificial y el trabajo que desarrolla un joven prodigio de la tecnología.
“La humanidad es el verdadero Dios”, les dije. “El universo es nuestro laboratorio. Un patio de juegos. Si algo existe, aprendemos de ello. Lo estudiamos. Y, con nuestra fuerza y determinación, lo dominamos”. Por aquella época mi voz, firme y poderosa, hacía eco contra los muros en la sala de conferencias. “Representamos al último de los tres paradigmas de la existencia. El universo primitivo fue el primero, la nube protoestelar sin forma que, mediante intrincados mecanismos de la física, fue sometida a un proceso de coalescencia que dio lugar a planetas, estrellas y galaxias”.
