Dicen los que han pasado por ahí, que la paternidad de lo quita absolutamente todo. Y es precisamente esa parte tediosa en la crianza de los hijos que una cuenta en Instagram toma para hacer mofa de la situación. Con algo de buen humor, revelan cómo la llegada de los hijos “arruinó” la vida de sus padres.
Una madre entregó a su propio hijo con la policía tras reconocerlo en el video de un asalto. Las imágenes, captadas por el CCTV de una gasolinera, registran el preciso instante en que el delincuente roba a uno de los despachadores. El crimen se perpetró el pasado martes 20 de septiembre en João Pessoa, una ciudad costera al este de Brasil.
La vida de mi familia siempre resultó miserable. No dejaba de preguntarme por qué era así. Por qué las cosas nunca mejoraban en casa. Rara vez comíamos tres veces al día, y cocinábamos con la misma agua que usábamos para bañarnos. Vivíamos en la pobreza extrema. A lo largo de todos esos años, mamá acumuló demasiado resentimiento contra mi padre.
Hablemos sobre la planificación familiar. Cuando entraba a la adolescencia recuerdo que el gobierno, a través de la Secretaría de Salud, me bombardeó con campañas publicitarias sobre el uso de anticonceptivos y la correcta planificación de una familia. De hecho, la Generación X también sufrió un asedio mediático de mano del Consejo Nacional de Población (CONAPO). La campaña “Vámonos haciendo menos” es una auténtica joya de una época en que preocupaba el acelerado crecimiento poblacional.
En 1994, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México nacieron 2.9 millones de personas. Veinticinco años después, esta cifra apenas alcanzó los 2 millones. Es una disminución drástica que confirma una tendencia global: el índice de natalidad mundial está cayendo drásticamente. En 2020, investigadores de la Universidad de Washington publicaron un estudio en la revista científica The Lancet. A grandes rasgos, concluyeron que cuando este siglo termine 23 países habrán reducido sus poblaciones a la mitad.
La llegada de un hijo a la vida de cualquier persona suele significar un giro de 180 grados. Es un suceso tan significativo que afecta a todos los que viven en el mismo lugar, incluso a las mascotas. Es verdad que un hijo llena la vida de alegría. Sin embargo, la crianza es un trabajo difícil que requiere de constancia, paciencia y mucha responsabilidad.
