La Malinche: Lo bueno, lo malo y lo feo.

La Malinche (1502-1539).La Malinche

LO BUENO: Fiel intérprete.

Malinalli fue una de las esclavas regaladas a Cortés en señal de sumisión. Recibió de los españoles el bautismo y fue renombrada Marina. Su extraordinaria inteligencia y su conocimiento de las lenguas maya y náhuatl, la convirtieron en “la lengua de Cortés“. Marina, que sólo conocía la esclavitud como forma de vida, encontró en los españoles deferencia y protección; en reciprocidad les entregó su lealtad incondicional, uniéndose a Cortés y a su suerte. Aprovechó sus facultades de intérprete, se condujo con diplomacia y prudencia y siempre estuvo alerta para asegurar y defender la vida del conquistador.

LO MALO: Controvertida lealtad.

Doña Marina es uno de los personajes más controvertidos de la historia de México. Su lealtad a Cortés la convirtió en traidora de los suyos. Su nombre inspiró el término “malinchismo” sinónimo de repudio a lo nacional y sumisión a lo extranjero.

Como intérprete de Cortés ayudó a construir alianzas, elogió la grandeza de la corona española y las bondades del cristianismo. Sabiéndose indispensable para los españoles dejó pasar las oportunidades que tuvo para traicionarlos. Marina pudo haber ocultado a los españoles que serían traicionados en Cholula, no obstante, enteró a Cortés de la emboscada que se urdía. Lo que pudo ser una matanza de españoles se convirtió en la atroz matanza de Cholula.

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Hernan Cortés: Lo bueno, lo malo y lo feo.

Hernan Cortés (1485-1547).

LO BUENO: Intrépido y persistente hasta la temeridad.

Hernán Cortés fue un agudo observador, supo percibir los temores de Moctezuma y distinguir que el poderoso imperio azteca contaba con acérrimos enemigos a los que logró atraer a su causa con impecable elocuencia. Nunca consideró la posibilidad del fracaso, decidido a lograr su objetivo mandó quemar las naves quedando él y los integrantes de su expedición sin posibilidad de dar un paso atrás. Si bien se permitió un momento de debilidad llorando sus desgracias debajo de un ahuehuete la noche del 30 de junio de 1520, no vaciló ni abandonó su idea de conquista hasta alcanzarla.

LO MALO: Codicioso y sanguinario.

En su camino a Tenochtitlan, Hernán Cortés celebró alianzas o libró sangrientas batallas con aquellos de quienes recibía negativas. Acostumbrado al triunfo, se permitía ser “benévolo” a conveniencia liberando prisioneros a cambio de víveres, tesoros y esclavas que eran repartidas entre sus hombres. Con maliciosa astucia, disimuló desconocer los planes de ofensiva de los cholultecas y cuando menos lo esperaban los encaró; mientras de su boca salían amenazas de muerte, sus aliados se lanzaron sobre ellos matando a más de tres mil hombres en sólo unas horas.

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