¿Alguna vez te han saludado con mucha familiaridad en la calle y no tienes la más mínima idea de quién era? Tranquilo, que la habilidad para reconocer rostros es un don de pocos. Claro, a menos que padezcas prosopagnosia. De hecho, las personas que logran identificar rostros humanos con extrema facilidad reciben el nombre de “súper reconocedores”, o super-recognizers en inglés.
Científicos de HRL Laboratories, una empresa propiedad tanto de Boeing como de General Mortors, descubrieron que es posible emplear un sistema de estimulación cerebral para lograr que un individuo aprenda de forma “instantánea” una nueva habilidad. Sus pruebas revelaron que, empleando un tipo de estimulación magnética transcraneana (EMT) por enlace continúo, al enviar la actividad cerebral de pilotos comerciales y militares expertos a la cabeza de pilotos novatos, estos podían aprender a volar en un simulador.
Saltar desde un cañón, hace mortales hacía atrás en una pista abarrotada de personas o engullir espadas son el tipo de talentos que considero totalmente impresionantes. Pero, a menos que quieras seguir una carrera como animador de fiestas, estas cosas no resultan precisamente útiles.
Si alguna vez intentaron lanzar una pizza al aire como todo un profesional sabrán que pueden ocurrir dos cosas. La primera es que termines con toda la masa por la cabeza y la segunda es que la cocina adquiera una apariencia de zona de guerra mundial. Parece que para este pequeño niño de 8 años, llamado Michael Testa, el arte de amasar una pizza es cosa de todos los días. Like a BOSS.