Científicos del mundo entero, por primera vez en la historia, lograron captar en imágenes la colisión entre dos estrellas de neutrones, un fenómeno cataclismico que se produjo a unos 130 millones de años luz de la Tierra. El evento ha sido denominado GW170817.
gravedad
Agujeros negros: una historia densa
El concepto de los agujeros negros es fascinante desde la concepción. Imagina que, en algún lugar de la galaxia, los restos de una estrella extremadamente densa perforan el tejido del espacio-tiempo. Hay tanta densidad en ese punto que cualquier materia que se aproxima demasiado termina devorada, empujada por una cantidad de gravedad que nada, ni siquiera la luz, puede librar. Y una vez que la materia llega al horizonte de eventos, el punto sin retorno, caerá sin esperanzas en una espiral rumbo a un punto casi infinitamente pequeño. Un punto donde el espacio-tiempo se curva tanto que todas nuestras teorías se rompen: la singularidad. Nada sale vivo de aquí.
LIGO detecta ondas gravitacionales por tercera vez
Es la tercera ocasión en que las ondas creadas por un evento de magnitudes inimaginables alcanzan al observatorio. El evento se originó a unos 3,000 millones de años luz de la tierra cuando colisionaron dos agujeros negros.
Ondas gravitacionales pueden revelar nuevas dimensiones
Dimensiones ocultas podrían ser las responsables por provocar ondulaciones en la realidad al modificar las ondas gravitacionales – y detectar estas firmas de dimensiones extras puede ayudar a los físicos a resolver algunos de los mayores misterios del universo.
Lo creas o no, Júpiter no orbita al Sol
Júpiter ocupa el quinto puesto en la organización de nuestro Sistema Solar, es ese gigante gaseoso que en estos momentos es analizado por la misión Juno, y es un planeta muy grande. Es enorme. Es tan grande, pero tan grande, que ni siquiera orbita al Sol. Al menos no en el sentido estricto del concepto.
¿Cómo escapar del fin del Universo?
En este preciso instante el Universo se expande a un ritmo atroz. Aún no podemos determinar con certeza dónde parará esto, pero el destino más probable del Cosmos no tiene ningún final feliz. Hablamos del Big Freeze, el “gran congelamiento” en el que la materia y la energía de las galaxias quedarán tan diluidas que el Universo, por decirlo de alguna forma, empezará a morir de viejo.