El estadounidense George Watsky subió a una parte de la estructura del escenario y saltó desde una altura de unos 10 metros.
El salto hacia las multitudes es algo común entre los artistas de rock y otros estilos. En general, saltan desde el propio escenario de espectáculos o desde sitios cuya altura no supera los dos metros, con la certeza de que el público los recibirá más abajo. Sin embargo, un rapero decidió llevar esta tradición a otro nivel – a un nivel mucho más alto.