Las siguientes imágenes se obtuvieron gracias a la cámara termográfica de grado militar Selex Merlin, y resultan reveladoras. Oli Martin sirvió como conejillo de indias para mostrar en tiempo real como es que el cuerpo humano pierde calor en condiciones de congelación.
En la víspera de Año Nuevo de 1980, Jean Hilliard yacía literalmente congelada al exterior de una vivienda en Minnesota, Estados Unidos. La noche anterior, la joven de 19 años de edad regresaba de una fiesta a casa de sus padres cuando su automóvil se salió del camino. Vestida con una simple chamarra de invierno, guantes, vaqueros y botas enfrentó temperaturas de 30 grados bajo cero en su intento por refugiarse en la casa de un amigo.
En Internet se identifica a Rusia por el extraño comportamiento de sus habitantes, por la extraña predilección que tienen por el vodka y, sobre todo, por sus temperaturas congelantes. Por eso, no resulta extraño que en tierras rusas podamos encontrar el pueblo más frío del planeta, famoso por alcanzar temperaturas que los termómetros convencionales serían incapaces de medir, como la registrada hace unos días de impresionantes -62° C.
Un equipo de científicos del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), una de las universidades privadas más respetadas del mundo, diseñó un maravilloso producto que todo aquel que alguna vez dijo “muero de frío” o “muero de calor” necesita.
Suena el despertador muy temprano en uno de los días más rigurosos del invierno. Aunque el cobertor no hace su trabajo como debería, resulta muy difícil reunir las fuerzas suficientes para levantarse e iniciar el largo día de estudios y/o trabajo. Con la valentía de un guerrero y con plena conciencia del deber, luchas contra casi todas las partes de tu cuerpo para salir de entre las sabanas a hacerle frente al frío que te espera allá afuera, tal y como lo haría un verdadero esquimal.
Sucede todos los días en muchas oficinas del mundo: se enciende el aire acondicionado, las mujeres se congelan como paletas y los hombres reclaman que son exageradas, pues la temperatura está perfecta. Finalmente las quejas femeninas sobre este tema han sido tomadas en cuenta. Dos científicos están solicitando que se ponga fin a la Gran Conspiración de la Oficina Ártica.
