La muerte humana, un fenómeno inevitable y natural, abre paso a una cadena de eventos que culmina con la transformación física y química del cuerpo, un proceso conocido como descomposición. Un estudio recién publicado en la revista Nature Microbiology arroja luz sobre este intrigante proceso, revelando detalles revolucionarios sobre la consistencia y universalidad de las comunidades microbianas que participan en la degradación de los cadáveres.
Forense
SmartWater, tecnología que ayuda en casos de violencia domestica
Como su nombre lo sugiere, SmartWater es una especie de “agua inteligente”. Este líquido, que se revela bajo luz ultravioleta, resultó clave para condenar a un hombre en un caso de violencia doméstica. Es la primera vez, al menos en el Reino Unido, que se demuestra una imputación gracias a este espray. Anteriormente, la tecnología se utilizó para intentar la recuperación de bienes robados.
Frances Glessner, la madrina de la ciencia forense
Frances Glessner Lee descubrió que el interés auténtico por el crimen puede llevar a una encrucijada repleta de información desagradable, aunque interesante, sobre el lado macabro de la humanidad. Aunque muchos consideren injustificable una obsesión de esta naturaleza, de ninguna forma se trata de algo malo. Con un público cada vez más atento a los crímenes, en estos tiempos ya no es raro que los internautas aporten pistas clave en la resolución de casos criminales.
Cadáveres humanos se mueven hasta un año después de la muerte
En Australia, científicos forenses que laboran en la primera “granja de cuerpos humanos” del país han observado que los cadáveres presentan un movimiento significativo. Esto sucede incluso meses después del momento de la muerte a través del proceso de descomposición. Pero, lo más importante es que estos desplazamientos de los muertos serían de suma importancia en las investigaciones de homicidio.
El caso Gouffé
En julio de 1889 tuvo lugar uno de los casos más notorios de asesinatos en la historia de Francia. Ese mes desapareció Toussaint-Augustin Gouffé, un agente judicial de la corte parisina. Un acontecimiento de este tipo provocaría un gran revuelo; sin embargo, coincidió con el clímax de la Exposición Universal de París y, con tanta gente en la Ciudad de las luces, inicialmente se le dio poca importancia a la ausencia de Gouffé. Tres semanas y casi 500 kilómetros después las autoridades empezaron a preocuparse cuando un cadáver fue encontrado en las cercanías de Lyon.
5 mitos sobre la exactitud de la “evidencia criminal”
En teoría y en un mundo ideal la justicia es ciega e imperturbable ante detalles superfluos. Está por encima de cualquier cosa, sopesando de forma imparcial las evidencias contra las acusaciones, y en última instancia llegando a la verdad. Pero no vivimos en un mundo ideal. El problema con la maquinaria de la justicia es que siempre parece tener engranajes oxidados, y aquella evidencia que parece la más sólida siempre puede terminar significando un montón de problemas. Contrario a lo que nos ha hecho creer el cine, muchas técnicas de la práctica forense tienen serios problemas.