Curiosidades de la historia

puchero

Figuradamente, un puchero es, según el Diccionario, «el gesto o movimiento que precede al llanto verdadero o fingido«, mientras que hacer pucheros es sinónimo de lloriquear un niño, generalmente con la intención de llamar la atención de los cuidadores, o llorar cualquier otra persona «como un niño». Parece ser que el origen de esta comparación popular se remonta a una carantoña muy común en la antigua Roma. Entre los romanos era costumbre, al besar a un niño, cogerle por las dos orejas como el que sujeta un puchero por las asas. Obviamente, este gesto cariñoso, al igual que el cachete o el pellizco de las mejillas, desataba en no pocas ocasiones el llanto, razón por la cual se decía del sufrido receptor que hacia pucheros.

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