Una familia feliz habitando en su pequeña propiedad rural donde eran dueños de un maizal. Por desgracia, el destino quiso que una tragedia sucediera, trayendo a la vida a un nuevo asesino serial: “El Espantapájaros”
En alguna ciudad tranquila y enigmática de un interior cualquiera – 1983.
Parecía ser un fin de semana común y corriente en el que Jacob Turner y su hijo Noah –de tan solo seis años– se quedarían juntos, mientras la esposa iba a la ciudad vecina a visitar a su madre que se encontraba muy debilitada por un cáncer que la consumía a una velocidad increíble. Aquel día nublado y aparentemente normal pasaría para siempre a la historia de aquella afable familia.