Aquí tienes un dato curioso para sacar a colación en tu próxima conversación: cada átomo en tu cuerpo, desde el calcio en tus huesos, el carbono en tus genes, el hierro en la sangre, hasta la plata presente en tus amalgamas fueron creados en una estrella hace miles de millones de años. Todos, a excepción de los átomos de hidrógeno y uno o dos de los siguientes elementos ligeros, se formaron hace mucho, poco después de que el Big Bang comenzó hace 13.7 mil millones de años.
Por increíble que pueda parecer, cada átomo en tu cuerpo, dicen los astrofísicos, se habría originado hace miles de millones de años en una estrella o en las secuelas explosivas del Big Bang.
Tú y todo lo que existe a tu alrededor, cada parte natural y cada pieza visible hecha por el hombre, cada roca, árbol, mariposa y edificio, se componen de átomos que originalmente surgieron durante el Big Bang, o de dos o tres elementos más ligeros, originados en millones de llamas y estrellas explotando muy atrás en la historia del universo. Vives porque las estrellas murieron, es así de simple.