La vida se trata de competir, y paradójicamente estamos aquí gracias a que ganamos una carrera de proporciones desbordantes a escala microscópica. Pareciera que la esencia y el fin mismo de la gran mayoría de los seres vivos es la competencia.
Pero si algo nos distingue de otros animales, a parte de nuestra «elevada» capacidad de raciocinio, es precisamente la habilidad del ser humano para engañar y hacer trampa. Una practica que a lo largo de la historia ha quedado en evidencia, sobre todo, en las competencias deportivas. Y hablamos de todo tipo de competencia, desde simples contiendas locales, hasta grandes eventos como los Juegos Olímpicos. Y es que los humanos competimos por un fin mucho mayor que el de la simple competencia, me refiero a la victoria.
Acompáñanos a darle un vistazo a este top 10 de grandes engaños del deporte.