En 1949, la opinión pública en el Reino Unido se conmocionó tras las declaraciones de John George Haigh. Este sujeto confesó el asesinato de nueve personas, argumentando que subsistía gracias a la sangre de sus víctimas. Mientras estaba recluido, un grupo de psiquiatras intentó averiguar sus motivos y Haigh describió una peculiar pesadilla.
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Sharon Lopatka, quería ser torturada y asesinada
¿Alguna vez escuchaste el término “asesinato consensuado”? La estadounidense Sharon Lopatka es la protagonista de esta historia, una de las pocas personas en la historia que tomaron la decisión de ser torturadas y asesinadas. Nacida en 1961, fue la primera de cuatro hermanas. Su infancia transcurrió en completa normalidad: era buena deportista y participó en el coro de la escuela.
La triste historia que originó la Alerta Amber
Alerta Amber es un sistema de alerta temprana empleado por gobiernos de diversos países en casos de secuestro a menores. Probablemente te resulta familiar, ¿pero sabes cómo surgió y porqué se llama así? Como sucede con muchas otras leyes e iniciativas de seguridad, este mecanismo de alerta debe su nombre a una víctima que protagonizó una trágica historia: Amber Hagerman.
Una simple pesadilla
Esa cosa, lo que quiera que sea, no deja de perseguirme en todo momento. Esta vez… ¿exactamente cuánto tiempo ha pasado? Miro hacia abajo y mi ropa está rasgada, no llevo zapatos y los pies me sangran. Quizá estuvimos corriendo durante días. Huyendo de esos ojos blancos y cegadores que proyectan sombras frente a nosotros.
Frances Glessner, la madrina de la ciencia forense
Frances Glessner Lee descubrió que el interés auténtico por el crimen puede llevar a una encrucijada repleta de información desagradable, aunque interesante, sobre el lado macabro de la humanidad. Aunque muchos consideren injustificable una obsesión de esta naturaleza, de ninguna forma se trata de algo malo. Con un público cada vez más atento a los crímenes, en estos tiempos ya no es raro que los internautas aporten pistas clave en la resolución de casos criminales.
Michael Malloy: el hombre que no podía morir
Tony Marino era el propietario de un bar clandestino en el Bronx, Nueva York, que ganaba dinero extra cometiendo actos ilícitos. En junio de 1932, Marino y un grupo de cómplices (Daniel Kriesberg, Francis Pasqua, Hershey Green, y Joseph “Red” Murphy) conocidos como The Murder Trust idearon un plan muy simple para estafar a una compañía de seguros de vida. La idea era aliarse con un agente de seguros corrupto y enganchar a uno de los muchos borrachos sin rumbo que frecuentaban el bar. Tras comprarle una póliza, lo matarían y Marino se haría pasar por un pariente cercano para cobrar el dinero.