Resulta difícil hablar sobre Carl Sagan sin emocionarse. Conocido por sus inspiradoras frases sobre el espacio, autor de múltiples libros sobre ciencia y ciencia ficción, presentador y escritor de la serie original Cosmos, Sagan supo expresar como nadie más ese sentimiento casi religioso que se produce cuando nos enfrentamos a la vastedad del Universo.
Cosmos: Una Odisea por el Tiempo y el Espacio está próxima a estrenarse en México este martes a las 22:00h en el canal de National Geographic (NatGeo), se trata del primer episodio secuela de la mítica serie de divulgación científica Cosmos: un viaje personal que Carl Sagan hiciera famosa allá por los años 80.
Una superproducción de Ann Druyan, Steven Soter, (productores de la serie original) y Seth MacFarlane (el creador de Family Guy) dirigida por Brannon Braga y presentada por Neil deGrasse Tyson.
Carl Sagan fue y seguirá siendo el mayor divulgador científico de la historia. Poseedor de una didáctica incomparable, hablaba de una manera sencilla y muy informativa sobre el universo, la ciencia y nosotros mismos de forma que cualquiera entendía.
Para él las maravillas de la ciencia debían ser compartidas con todos y no verse limitadas a los laboratorios y tesis académicas. Y lo más importante, tenía una inmensa pasión por lo que hacía, pasión que contagió a generaciones enteras que han leído sus libros, sus artículos o visto la serie de culto Cosmos.
Durante los años de la Guerra Fría, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Muro de Berlín, cualquier hecho puntual de los EE.UU. o la Unión Soviética era susceptible de malas interpretaciones que podrían terminar en un nuevo conflicto militar en el mundo y, al mismo tiempo, ambos estaban tratando de demostrar sus fortalezas uno al otro, como dos niños peleando por ver quien tenía el bulto más grande. El caso más absurdo y peligroso de estas demostraciones de estupidez fue el Proyecto A119, que planeaba detonar una bomba atómica en la Luna.