Luther McCarty tuvo una misteriosa cita con el destino el 24 de mayo de 1913. Fecha que quedó marcada en la historia del boxeo como un día que trascendió las expectativas de todos los presentes. Nadie imaginó los alcances de los acontecimientos que se desarrollaron aquel día. Dos años antes, una joven promesa del boxeo debutaba en la categoría de peso pesado. Para muchos, era la “Gran Esperanza Blanca”.
Desde Muhammad Ali no se había visto un boxeador digno de tanto respeto y admiración. Con unos pectorales y bíceps que valen su peso en oro, nuestro ex diputado verde ecologista salió a dar una catedra magistral de boxeo y técnica.
Ya hablando en serio, primero que nada hay que entender que esto tuvo lugar en Filipinas, donde puedo jurar que nadie tenía idea de quién demonios eran estos sujetos arriba del ring. Jorge Kahwagi siempre ha destacado por ser una especie de Kardashian, famoso a base de puros escándalos. Pero creemos que ha llegado a extremos inimaginables. ¿Qué demonios le pasó a su cara? Su cirujano debería ser condenado a muerte. Y esos pectorales, más que otra cosa parecen senos de mujer. Lo de que si es una pelea legitima, bueno, creo que ni un niño se cree ese cuento. Jorge es una muestra de que el dinero puede, literalmente, destrozar a las personas.
Hay más videos a continuación, para pasar este trago amargo.
Un video tributo al a excelente técnica de boxeo de Nicolino Locche. El sardo argentino era un maestro defensivo. Locche es considerado por muchos el más grande boxeador defensivo puro que alguna vez se calzó los guantes. Sus fintas, combinaciones, rolls, bloqueos y contra puñetazos hacían del hombre un boxeador temible y desesperante arriba del ring. Locche a menudo hacia parecer tontos a sus oponentes, que terminaban por frustrarse. Ya que era muy difícil conectarle un golpe certero.